«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
en la antesala de la moción de censura contra Mariano Rajoy

La nueva gerente del PSOE fue catapultada por Ábalos como jefa de la Oficina Anticorrupción del partido

Ana María Fuentes Pacheco.

Ana María Fuentes Pacheco, actual gerente del PSOE, ha sido elevada este lunes a la comisión interina del partido, junto con Montse Mínguez y Borja Cabezón, a la espera del próximo comité federal del 5 de julio. Lo que el aparato socialista no menciona es el detalle más revelador: fue el propio José Luis Ábalos quien la catapultó a Ferraz en 2018, como jefa de la Oficina Anticorrupción del partido, justo en la antesala de la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Un documento interno del PSOE, fechado el 16 de mayo de 2018, acredita que fue Ábalos, entonces secretario de Organización, quien propuso a Fuentes Pacheco para dirigir la llamada Oficina de Cumplimiento Normativo, una estructura creada a toda prisa tras la entrada en vigor del artículo 9 bis de la Ley de Partidos, que obligaba a establecer planes internos para prevenir delitos. La oficina se activó apenas quince días antes de que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa.

Tres años después, y tras la fulminante caída de Ábalos en julio de 2021, Santos Cerdán —hombre fuerte del sanchismo— la propuso como gerente del partido, cargo que aún ocupa. Desde entonces, Fuentes ha sido la responsable de la gestión económica y administrativa del PSOE, justo en los años en que se están investigando presuntas comisiones ilegales, amaños y desvíos de fondos públicos en el marco de la trama Koldo.

Su nombre, de hecho, aparece en el informe de la UCO. En concreto, los agentes recogen mensajes de marzo de 2022 entre Koldo García —mano derecha de Ábalos— y el director general de Carreteras, Javier Herrero, en los que el primero sugiere que Fuentes —ya como gerente del partido— estaba buscándole para “pedir el impuesto”.

El Gobierno ha intentado desactivar el escándalo. El ministro Félix Bolaños ha salido al paso asegurando que ese “impuesto” no se refiere a ninguna financiación ilegal, sino a una “cuota voluntaria”. Una explicación que no ha convencido a nadie, teniendo en cuenta el contexto de las comunicaciones y el contenido del informe de la Guardia Civil.

Fuentes Pacheco es una protegida tanto de Ábalos como de Cerdán. Su ascenso en el aparato del partido arrancó en 2018, cuando fue designada para pilotar el área de compliance del PSOE, en pleno proceso de blanqueamiento impulsado por Ferraz tras la sentencia del caso Gürtel. Aquel año, Ábalos proclamó en el Congreso: “La certeza jurídica es que Gürtel era el PP y el PP era Gürtel”. Hoy, ese discurso se vuelve en su contra: el informe de la UCO apunta a irregularidades sistémicas dentro del propio PSOE, precisamente cuando él tenía las riendas del Ministerio de Transportes y del aparato del partido.

En octubre de 2021, Cerdán desplazó a Mariano Moreno, gerente de confianza de Adriana Lastra, para colocar a Fuentes en la cúspide económica del PSOE. Y ahora, en plena tormenta judicial, vuelve a ser premiada con un puesto en la dirección interina.

La forma en que Fuentes Pacheco desempeñó su papel como jefa anticorrupción en los años clave —cuando se habrían producido las prácticas irregulares ahora investigadas por la Guardia Civil— podría convertirse en un elemento clave para el Tribunal Supremo. El objetivo será determinar si el PSOE actuó con la diligencia exigible o si incurrió en responsabilidad como partido. En ese escenario, la estructura de compliance, que ella misma lideró, podría convertirse en una circunstancia atenuante… o en una prueba más del encubrimiento sistemático.

La dirección socialista se blinda mientras el escándalo de Ábalos, Koldo y ahora Cerdán sigue escalando. Y en medio, la mujer que debía vigilar el cumplimiento de la ley en el PSOE… acaba sentándose en su cúpula.

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