«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La rabia del separatismo contra el dueño de la empresa 'Pig demont'

Insultos a través de las redes al pequeño empresario malagueño que vende productos de Andalucía, principalmente embutidos.


La Oficina Española de Patentes y Marcas ha impedido a un empresario malagueño usar el nombre «Pig demont« en un negocio de venta de productos de Andalucía, principalmente embutidos, tras ser impugnado por los abogados de Carles Puigdemont por la similitud con el nombre del expresidente catalán.
El abogado del expresidente de la Generalitat, Jaume Alonso-Cuevillas, impugnó el nombre de la empresa, que se anuncia con el logotipo de un cerdo («pig» en inglés) al considerar que es «ofensivo» y que la marca carece de permiso para utilizarlo por sus similitudes fonéticas con el apellido.
En su resolución, la Oficina de Patentes suspende el uso del nombre «dado que el signo solicitado hace alusión de manera ofensiva a un expresidente de una comunidad autónoma, lo que puede herir la sensibilidad de una parte de la sociedad». También subraya que la prohibición del uso del nombre «Pig demont» obedece a su similitud con el del expresidente golpista, «que para la generalidad del público identifica a una persona distinta del solicitante, sin aportar la debida autorización».
El deseo de venganza se ha trasladado a las redes, donde activistas separatistas han insultado al empresario malagueño que llevaba mucho tiempo sin un trabajo y decidió crear la empresa «Pig demont»-cerdo de monte- en diciembre de 2017.
Él ya ha presentado alegaciones ante la Oficina de Patentes y Marcas en contra la suspensión acordada, según fuentes jurídicas, y ha asegurado que le «sorprende» que Puigdemont, con la cantidad de circunstancias personales, se preocupe por una microempresa. «Dice que hemos copiado su imagen. Yo veo una caricatura de un cerdo, no le veo a él», ha añadido.


El proyecto nació «del sentimiento y del orgullo de ser andaluces y españoles» y «pretende dar a conocer a los consumidores las auténticas joyas de nuestra gastronomía, productos artesanales y ecológicos de una altísima calida y, elaborados con métodos tradicionales».

 

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