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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Las irregularidades que desvela la comida de Villarejo podrían anular la causa Gürtel

«Me gusta que niegues que conoces a Alfredo». Es, seguramente, la afirmación más significativa de todas las revelaciones que las grabaciones de Villarejo dejan sobre la mesa. Un juez se alegra de que la Policía niegue vínculos con Interior. Explicaremos por qué…

El juez al policía:  “Me gusta que niegues que conoces al ministro del interior”… En este tramo de la comida, cumbre del delirio totalitario, Villarejo reconoce que Garzón da como valor extraordinario el sigilo del policía escondiendo sus contactos.

Su frialdad, su ausencia de moral, su innegable valor como instrumento oscuro al servicio de sus intereses. Pero es Garzón quien va a ser utilizado por la Policía, por Rubalcaba. El comienzo de este tramo digno de Shakespeare, o de los primeros meses del nacismo en Alemania, son la propia Policía y el ministro del Interior -entonces Alfredo Pérez Rubalcaba- quienes están preparando Gurtel. O sea, el asalto al partido principal de la oposición política, al Partido Popular.

Juan Antonio Gonzalez, JAG, comisario General de Información, en una reunión de los tres policías le dice a Villarejo que sea él el que le explique a Garzón que es lo que han recabado sin autorización de juez alguno y que él, Garzón, ha sido el ELEGIDO, ya que es, va a ser, lo van a hacer, un hombre muy importante para este país. Importante por que va a destruir por orden del ministro del Interior a la oposición política.

Es lo que revelan los más recientes audios de la célebre comida difundidos por Moncloa.com y a los que ha tenido acceso La Gaceta. Les ponemos en situación: Juan Antonio González (conocido como ‘JAG’) y José Luis Olivera (‘Oli’) pasan por ser los dos policías que desvelaron la trama de corrupción ligada al PP que después se conoce como Gürtel. Así lo cuenta Villarejo:

–Villarejo: Tú, como has ido a tu aire, pero a ti te entiendo. Preparando lo de la Günten (sic) en 2008, en agosto estuvimos comiendo Juan Antonio, el ‘Oli’ y yo, estuvimos los tres, estuvimos comiendo…

–Gabriel Fuentes: (ininteligible)

–Villarejo: No, no, en el 2008, comimos ‘Balta’, Juan Antonio, el ‘Oli’ y yo, preparando lo de la Gürtel, en agosto, o sea, justo cuando al día siguiente admitía él el tema y tal y cual. Y estábamos haciendo así y tal y tal y entonces me dijo Juan Antonio, “muy importante que tú le cuentes todo el tema de (ininteligible) al juez, porque es muy importante, porque ahora mismo es un hombre muy importante para este país, no sé qué y cual”. Y le digo, macho a mí no me cuentes nada, que yo siempre me ha caído de puta madre, qué quieres y tal. Y le conté… bueno, las cosas que ¿te acuerdas? Que yo además… yo las cosas obviamente a mí todas las cosas (ininteligible, aparentemente dice micro) y eso te lo había contado, ‘Balta’ te lo había contado, te había dicho lo del papeo, esto es así y tal. Y, entonces, en un aparte y no sé qué me dijo, ‘Balta’ me dijo, “yo de ti, no se por qué, pero me fío, coño, porque eres un profesional, cojones, tú curras y tal, cual, no tienes ná, te pasa como al Gordo, no tenéis sentimientos”. ¡Coño, no me joda! No, no, hombre, no es así, tal. Y dice, “nooo, no, además da gusto trabajar contigo, coño, porque tal, porque tú eres un tío y tal y cual”, dice “pero no me fío de Juan Antonio”. Me lo dijo, ¿eh? Me dijo, y ¿por qué? “Porque, me dijo, me dice mucho Alfredo, Alfredo me dice, fíate de él y tal y cual, y me dice “porque tu amigo Alfredo…”. Yo no conozco a Alfredo, y dice “¿serás hijo de puta? ¡Esto no te lo perdono!”. Y “¡Yo no le conozco! Y él “así me gusta, así me gusta, que lo niegues…”.

Reunión de vísperas

Esa reunión con Garzón es el día antes de que el propio Garzón como juez de instrucción de la Audiencia Nacional reciba “legalmente” la instrucción ya elaborada por la policía. Y la frase más delatora e incriminatoria -‘ME GUSTA QUE NIEGUES QUE CONOCES A ALFREDO’ [Pérez Rubalcaba]- es el corolario de toda la operación. ¿Por qué? Porque es Villarejo quien traslada a Garzón el encargo de acabar con el PP por orden de la mano derecha de Rubalcaba y Garzón necesita que Villarejo nunca reconozca que conoce al ‘Señor X’ de Gurtel, Alfredo. El triángulo debe aparentar separación de funciones.

Gürtel ha muerto; una valoración editorial

Garzón y Alfredo. La policía y Alfredo. Garzón y la policía. Deben aparentar no conocerse. Sabiendo todos que todos se conocen y todos están en la misma operación. Así caen las democracias. Así se entierra el estado de Derecho. Así muere la libertad.

Siempre pensamos que la larga mano de Rubalcaba estaba detrás de esta macro operación, hoy de hecho es Consejero del Grupo Prisa, elemento imprescindible para comprender las primeras horas tras los registros y detenciones. Prisa (El País, La SER) es quién explicó al mundo entero qué era Gurtel, el fin de semana inmediato al comienzo de la operación mientras cazaban GRATIS, venados, todos los conjurados; Garzón el elegido; Bermejo, ministro de Justicia, y tutor de las dos fiscalas anticorrupción señaladas para Gurtel; JAG, comisario general de Información de Rubalcaba; Dolores Delgado, fiscal de la Audiencia Nacional…

Rubalcaba quiso ser cómo Fouchet, el jefe de la policía, para valiéndose de esa posición espureamente, ser el candidato a la presidencia del Gobierno en unas elecciones sin oposición democrática. La crisis destruyó tal desvarío megalómano y brutal. Fue candidato, pero perdió.

Gurtel ha Muerto. Jurídicamente hoy tras la publicación de semejante revelación el Tribunal Supremo debería llamar a todos los muñidores de esta atrocidad y comenzar a analizar el nivel de “intoxicación” procesal para la anulación de instrucciones y condenas que cuelguen de todo lo que instruyese Garzón desde agosto de 2008, y las pesquisas policiales anteriores. Penalmente el Tribunal Supremo debería investigar la participación de cada uno de los que elaboraron informes, tuvieron contactos y decidieron quién y como debía seguirse todo el proceso, ya que estaríamos ante un presunto grupo, organización criminal, que se reúne para cometer delito contra las instituciones del estado desde esas mismas instituciones. Políticamente de manera inmediata deberían ser apartados de sus responsabilidades quienes se vaya sabiendo su grado de conocimiento, de cercanía o de decisión en la mayor conjura contra la democracia, desde la Transición. Si fuese Francia, el Reino Unido, Alemania o Estados Unidos esto sería así.

Le pinché ‘el canuto’ a Aznar

Pero Moncloa.com difunde más datos relevantes. En este caso, uno que refleja cómo funcionaban los seguimientos a políticos en algunos casos. Se trata de una instrucción dada por el actual secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, para espiar a José María Aznar, entonces presidente de la Junta de Castilla y León. Villarejo habría ‘pinchado los canutos’ de Aznar para obtener información sobre su relación con un empresario burgalés. Olivares habría pagado estos servicios con «dinero metido en bolsas de El Corte Inglés».

En aquellos años, recuerda Moncloa.com, Ángel Olivares era concejal socialista del Ayuntamiento de Burgos. Tiempo después fue director general de la Policía –entre 1994 y 1996, ya con Margarita Robles como secretaria de Estado en Interior– y en la actualidad es el ‘número dos’ del Ministerio de Defensa. Escuchen:

Villarejo: Yo el handicap que tenía con Olivares es que cuando él era concejal en Burgos, yo era el que le pinchaba el canuto, por orden de ellos, que me pagaban además, a todo el entorno cuando estaba Aznar allí de presidente de la Comunidad. Entonces iban a cazarlo con aquel empresario que luego lo terminaron ‘implutando’ (sic) tal. Entonces como no se podía tal me dijeron, oye, pica los canutos, no sé cuantos y a mi el Olivares iba con una bolsa de El Corte Inglés con la pasta en crudo, pues me pagaba. Y, claro, llego aquí y ¡me lo encuentro de director, macho! Y digo, oye, pues qué bien, coño, es un tronquete, ¿no? Y claro, el otro claro sacó el crucifijo y dijo, “este hijoputa, testigo negativo”, y a partir de ahí, ruina. Y claro, yo me quedé alucinado.

 

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