«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
A nivel nacional el aumento es de más de un 30%

Las llegadas de inmigrantes ilegales a Canarias en marzo aumentan un 90% en comparación con 2024

Llegada de inmigrantes a Gran Canaria.

España ha registrado un alarmante repunte de la inmigración ilegal en marzo de 2025, con un total de 2.857 entradas ilegales consolidadas a nivel nacional, lo que ha supuesto un aumento del 30% respecto a los 2.121 contabilizados en el mismo mes de 2024, según datos de la Comisaría de Extranjería y Fronteras (CGEF) de la Policía Nacional a los que ha tenido acceso LA GACETA.

El archipiélago canario se ha convertido en el epicentro de esta crisis, recibiendo a 2.286 inmigrantes ilegales, lo que representa un incremento del 90% frente a las 1.183 llegadas de marzo del año pasado. Este flujo, que constituye el 80% del total nacional, algo que resulta inusual para esta época del año, cuando las condiciones meteorológicas adversas suelen dificultar la ruta del Atlántico. Sin embargo, el efecto llamada ha contrarrestado estas barreras, consolidando una vez más a Canarias como un punto crítico de entrada.

La mayoría de los inmigrantes ilegales llegados en marzo son de origen maliense, seguidos por senegaleses, guineanos y marroquíes, según los datos recopilados. Sin embargo, la identificación de estos inmigrantes presenta serias dificultades, ya que muchos se niegan a declarar su procedencia ante las autoridades. De acuerdo con información obtenida por este medio, en el primer trimestre de 2025 al menos 1.500 inmigrantes ilegales no pudieron ser identificados inicialmente, lo que complica la consolidación de estadísticas precisas y la gestión de esta crisis.

Por otro lado, un informe de los servicios de inteligencia de la Guardia Civil revela que, del total de inmigrantes llegados a Canarias en los primeros meses del año, el 87% son hombres adultos, un 7% mujeres y un 6% menores, de los cuales más del 90% son varones.

Un fenómeno que sigue siendo particularmente significativo es la llegada de más de 240 inmigrantes ilegales somalíes a territorio peninsular, un hecho sin precedentes que las autoridades españolas consideran una señal clara de un cambio en los flujos migratorios en Europa. Este desplazamiento se atribuye a los controles reforzados en la zona libia, que tradicionalmente canalizaba rutas hacia el sur de Italia, desviando ahora el flujo hacia España. Según fuentes de la Policía Nacional, los somalíes parten de Mogadisco en avión hacia Libia y Argelia, para luego dirigirse a Marruecos por vía aérea o terrestre. Desde allí, viajan a pie o en coche hacia Casablanca (Marruecos) y Oudja (Argelia), con salidas marítimas posteriores desde Magnhia y Tlemsam (Argelia) o asaltos fronterizos a través de las vallas de Ceuta (España), llegando a pagar en algunos casos hasta casi 3.000 euros por completar todo el recorrido que les llevará ilegalmente hasta territorio peninsular.

Por último, un informe interno de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso este medio, destaca que, pese a la reducción de salidas desde Senegal y Gambia en comparación con años anteriores, las detenciones realizadas por las fuerzas de seguridad en esos países no han logrado disuadir el uso de la ruta marítima hacia Canarias. Asimismo, las medidas adoptadas en Mauritania para contener las salidas, especialmente desde Cabo Blanco, han resultado ineficaces. Según los agentes, «los factores de empuje y atracción persisten», reconociendo oficialmente un efecto llamada atribuido a las políticas del actual Gobierno.

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