«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Lo previsible es siempre la traición

La raíz del separatismo no está en Cataluña, nunca lo estuvo. Está plantada hondo en el sistema, en esas maquinarias implacables de poder que son los partidos ‘nacionales’, en su cortoplacismo deliberado, en el ‘cursus honorum’ interno por el que prospera y sube el navajero mediocre y hambriento.
El chalaneo del poder no deja nada fuera, no excluye nada como moneda de cambio, con cualquier cosa se puede negociar, y la unidad de España no ha sido excepción, como no lo han sido nuestra libertad, ni el Estado de Derecho, ni nada.
Hoy se repiten en nuestras primeras dos machacones y fáciles lugares comunes de estas páginas. Primero, que el separatismo catalán no es algo que surja hoy, de golpe, como Atenea del cráneo de Zeus, sino que se ha consentido cínicamente a cambio de un puñado de apoyos, tal vez de un mutuo taparse las vergüenzas.
Más evidente, en segundo lugar, una predicción banal: que no habría unidad en la respuesta, que el PSOE traicionaría muy deprisa. Nada de lo que escandalizarse demasiado; como en el escorpión, está en su naturaleza.
El mon ens mira, por robarle una frase clave al proceso. El mundo nos mira asombrado. Nuestros socios exteriores nos dan todos, sin fisuras, su apoyo. Los grandes diarios internacionales despiertan avergonzados en la resaca de aquella borrachera primera, cuando el romántico guion de la Generalitat les sedujo con el irresistible encanto de la revuelta. Hoy desgranan los engaños, que tan bien conocen, y empiezan a entender el desafío.
Da igual. No es la fuerza de los ‘indepes’, es la debilidad terminal, estructural, de Madrid. «No sabéis lo fuerte que es un Estado», advertían muchos comentaristas a los sublevados. Y, siendo verdad, solo les faltaba añadir qué inutil es lo más poderoso cuando no se usa.

‘Primeras grietas en el pacto PP-PSOE sobre el uso del 155’, reza el titular de apertura de El País. ¿Cuántas horas ha durado el ‘frente de unidad constitucionalista? ¿Alguien pensaba que podía prolongarse mucho más?
La cosa es que el PP quiere elecciones en Cataluña y que el Govern rectifique. Queda monstruosamente timorato hacer, en tal caso, como que aquí no ha pasado nada y que los mayores delitos se pueden subsanar rectificando, sin sanción alguna.
Pero hasta eso es demasiado para el PSOE, que no cree necesaria la retractación siquiera. ¿Qué maldición ha caído sobre nosotros para tener al frente a estos cobardes arrebatacapas, atornillados a sus poltronas? Hasta El Bierzo podría proclamar su independencia con esta tropa.
En cuanto a lo primero de lo que decía arriba, este segundo titular equívoco, también en la primera de El País: ‘El ‘procés’ entra en la escuela catalana’. El ‘procés’ está en la escuela catalana desde mucho antes de que se llamara ‘procés’; el ‘procés’ es hijo de la escuela catalana y de TV3. Se ha ido plantando, regando, escardando paciente y amorosamente a la vista de todos desde hace casi cuatro décadas.

Eso mismo es la primera en ABC, rey del anecdotario en estos últimos días, con una vieja máquina de escribir mostrando un escrito: ‘Los institutos utilizan a sus alumnos contra la «represión franquista». Induce al vómito esta indignación tardía.
Y en cuanto a la ridiculez de llamarlo «represión franquista», ¿qué tiene de raro? Es un recurso retórico que no solo se le ha consentido sin resistencia a los demagogos del nacionalismo y la izquierda, sino que usan con irresponsable liberalidad los mimos lectores de orden de ABC, comparando a los ‘procesistas’ con los nazis. Qué ganas de una moratoria de analogías idiotas con la Europa de entreguerras…

El Mundo incide: ‘El Gobierno discrepa con el PSOE: unas elecciones no evitan el 155’. Al lado, sobre el inquietante titular ‘Xi Jinping, el nuevo ‘Gran Timonel’, una foto del Congreso del Partido Comunista Chino presidido por un símbolo de la hoz y el martillo que parece un logo comercial.

China ha logrado la síntesis de los opuestos, y mientras nos compre y nos venda tendrá nuestras sonrisas. China es el desmentido flagrante de todas nuestras hipócritas soflamas.
Pero La Razón titula por la coda del asunto: ‘Rajoy aprobará el 155 aunque no tenga el apoyo del PSOE’. Eso quieren verlo estos ojos que se ha de comer la tierra.
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