«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Un perito contratado por la defensa les contradice

Los forenses afirman que la mujer que mató a su hija Yaiza en 2021 lo planificó de forma «fría y calculada»

Juicio a Cristina Rivas, la mujer confesó matar a su hija Yaiza. Europa Press.
Juicio a Cristina Rivas, la mujer confesó matar a su hija Yaiza. Europa Press.

Dos psiquiatras y una psicóloga forenses del Instituto de Medicina Legal de Cataluña (Imelec) han declarado en el juicio a la mujer que confesó matar a su hija Yaiza en 2021, lo hizo de manera «calculada». La acusada asesinó en Sant Joan Despí (Barcelona) a la niña, y según los expertos planificó el crimen de forma «fría, calculada» y durante meses. Un psicólogo contratado por la defensa como perito les ha contradicho y ha valorado que la mujer tenía un trastorno de personalidad.

La prueba pericial sobre la salud mental de la acusada, Cristina Rivas, en el juicio con jurado que sigue en la Audiencia de Barcelona ha durado cerca de cuatro horas. Este martes, los forenses que hicieron la autopsia de la niña han confirmado que murió por asfixia y una dosis tóxica de benzodiacepinas. La mujer también la usó también, entre otros fármacos, para intentar suicidarse.

Los forenses del Imelec, que han intervenido como peritos públicos, han concluido a raíz de las pruebas y entrevistas que han hecho a Rivas que la mujer tenía rencor y rabia a su ex, el padre de Yaiza. Él inició una relación con otra mujer y temía que ésta la sustituyera como madre o la alejara de su hija. El perito de la defensa lo ha descartado y considera que en cambio la mujer estaba «deprimida y desesperanzada».

Uno de los psiquatras del Imelec ha valorado que fue a partir de esa frustración cuando Rivas decidió matar a su hija y suicidarse. «Empieza a desarrollar una idea de que aquello no tiene solución y no toma estrategias de pedir ayuda o explicarlo a su entorno». Añaden que empezó «a gestar de manera planificada cómo acabar con esta situación».

«Empieza a elaborar la idea de que se marchará porque aquello no tiene solución, y cuando ella decide dar el paso mentalmente, en ese momento explica que se relaja». A partir de ahí «va retirando fármacos de la unidad de farmacia donde está y se va preparando», ha añadido el psiquiatra. La mujer se llevó medicamentos durante semanas de la clínica donde trabajaba como auxiliar de farmacia.

El perito de la defensa ha descrito el crimen como un suicidio ampliado ya que la mujer tenía la intención de morir también. Para los forenses del Imelec fue un «filicidio por venganza, no hay indulgencia, no es un tema delirante».

Los forenses del Imelec descartado de plano que la mujer sufriera ninguna «sintomatología psicótica de desconexión de realidad». Afirman que era consciente de lo que hacía y que no existe ningún historial psiquiátrico de la mujer antes del crimen.

«No puede ser que por hechos que se están discutiendo ahora descubramos un trastorno de personalidad que nadie a su alrededor había descubierto», zanjaba un psiquiatra.

La psiquiatra del Imelec ha añadido que cuando la entrevistaron expresó frustración por el hecho de que ella hubiera quedado. No lamentó la muerte de la menor. Sin embargo, el perito de la defensa afirma que la mujer dijo que tras el crimen «sintió alivio porque el sufrimiento y el miedo ya habían acabado».

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