Los vecinos del Puig de Santa Magdalena han reiterado su oposición al proyecto del Consejo de Mallorca para convertir el antiguo polvorín en un centro de acogida para menores extranjeros no acompañados (menas), según ha adelantado el diario Última Hora. Durante el pleno municipal de Inca, celebrado este jueves, miembros de la plataforma Veïnats Puig de Santa Magdalena manifestaron su descontento mostrando pancartas con el mensaje «SOS polvorín«.
El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, se reunió con representantes de la plataforma para escuchar sus preocupaciones. Según los vecinos, las instalaciones no cumplen con las condiciones necesarias para albergar un centro de estas características. Además, señalaron que la ubicación remota del polvorín podría dificultar la integración de los menores, generando inquietud e inseguridad en la comunidad.
En una carta enviada al presidente del Consejo, Llorenç Galmés, la plataforma expresó que existe un «sentir popular unánime» en contra de la apertura del centro. También destacaron que el municipio ya acoge a aproximadamente sesenta menores extranjeros en tres centros diferentes, lo que representa un 20% de los menores con estas necesidades en la isla de Mallorca.
El futuro del proyecto depende de la aprobación de la Secretaría de Estado de Juventud e Infancia, que debe validar el uso del polvorín para este propósito. Mientras tanto, el Consejo asegura contar con informes técnicos favorables que avalan la idoneidad de las instalaciones, aunque esta postura contrasta con la advertencia del alcalde Moreno, quien insistió en que el espacio «no reúne las condiciones adecuadas» para este fin.
El debate sobre el uso del polvorín ha abierto un conflicto entre las autoridades y la comunidad local, que insiste en que las necesidades del municipio ya están cubiertas y que el proyecto no responde a las particularidades del entorno ni a las preocupaciones de los residentes.