«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Marlaska llama al 'huérfano de ETA' que le pidió que no les falle

Ha admitido que «detrás de las formas» tendrá que venir «el fondo» para solucionar «la precaria situación de los huérfanos».

José Miguel Cedillo, hijo del Policía Nacional Antonio Cedillo, asesinado por ETA en 1982, ha desvelado este martes que el nuevo ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le ha llamado por teléfono después del mensaje que hizo público en el que pedía que «no falle» a los «huérfanos de ETA» y reclamó el reconocimiento «de pleno derecho» como víctimas.
Ha señalado que el ministro le trasladó que «está por la solución» de que los huérfanos de ETA tengan el reconocimiento de pleno derecho y las coberturas que les hagan «cada paso de la vida menos difícil».
«Que el ministro del Interior en su primer lunes te llame a las 9:30 horas te reconcilia con que de verdad hay otras formas de ser y estar en política», ha manifestado Cedillo, que cree que esta llamada es «un síntoma de que está más cerca el momento en que dignidad, justicia y reparación vuelvan a ser palabras llenas de sentido y sensibilidad».
Ha admitido que «detrás de las formas» tendrá que venir «el fondo» para solucionar «la precaria situación de los huérfanos», que -ha lamentado- tienen «secuelas acreditadas» después de que asesinaran a sus padres siendo ellos niños.
Cedillo ha recordado que 40 años después se les «sigue negando» el reconocimiento de pleno derecho, «dejando sin sentido las palabras dignidad, justicia y reparación».
Ha explicado que siempre creyeron que en algún momento les llegaría la solución, pues entendieron que el país tenía «otras urgencias», pero en los últimos cinco años han querido «cambiar el orden de las cosas» y ser ellos los que reclamaran esos principios.
«Hay una deuda de paz pendiente con las víctimas de segunda generación», ha indicado Cedillo, quien ha criticado los «desaires, el ninguneo, las mentiras y el vacío» que han sufrido, además del «doble discurso de tuits, homenajes, placas y fotos, muchas fotos, para calmar conciencias».
Porque haber vivido y sufrido» la «inexplicable experiencia» de que un político «te desprecie en lugar de servirte», ha añadido, le da aún más valor a la llamada de Grande-Marlaska, «quién sabe si su primera llamada desde el Ministerio».

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