El Partido Popular liderado por Alberto Núñez Feijoo dejó claro su voto mucho antes de la celebración de la moción de censura presentada por VOX con Ramón Tamames como candidato a la presidencia del Gobierno. El líder de los populares justificó esta abstención afirmando que la moción es «un balón de oxígeno» para Sánchez y que «la auténtica moción será el 28 de mayo» en las elecciones regionales y autonómicas.
De este modo, el PP se ha desmarcado ligeramente de los fantasmas de un pasado no tan lejano en el que sus diputados votaron en contra de la moción de censura también presentada por VOX, pero con Santiago Abascal como candidato, que tan cara costó a Pablo Casado. No obstante, el segundo partido en representación en el Congreso de los Diputados ha vuelto a utilizar sus votos para torpedear la segunda moción de censura de la legislatura.
Los populares han optado por mantenerse al margen de este proceso que desde un inicio han visto más como una artimaña electoralista de VOX que como una posibilidad para hablar al conjunto de los españoles sobre las deficiencias de un Gobierno con cada vez menos apoyo social. Así, Feijoo no se tomó en serio la propuesta de los de Abascal para que fuera él quien liderara la moción de censura en lo que sería un frente unido frente a Sánchez.
Debido a esta falta de apoyo, los diputados del Grupo Popular en el Congreso han optado por no apoyar la creación de un nuevo Gobierno que convoque elecciones inmediatamente. En Génova dicen no comprender la premura de la situación y consideran que serán los comicios del próximo mayo primero y de diciembre después los que les darán la razón.
Así las cosas, este Partido Popular no ha votado en contra del Gobierno que ha aprobado la ley del «sólo sí es sí» que ha rebajado las penas de más de 700 delincuentes sexuales y ha excarcelado a 74 de ellos. Tampoco ha votado en contra del Gobierno en cuyas filas forman diputados relacionados con el caso Mediador. Diputados que utilizaban el Congreso como lugar de encuentro y pretexto para después saltarse las medidas anticovid que el mismo PSOE aprobó e irse a lupanares para consumir cocaína y prostitución en una trama en la que se extorsionaba a empresarios canarios.
Los de Feijoo han demostrado con su abstención en la votación de este miércoles que, bajo su criterio, el Gobierno tampoco merece una moción de censura por legislar en materia de transexualidad con la nueva ley Trans de modo que cualquiera puede ser hombre o mujer según lo desee. Y que el señalamiento a los profesionales de la salud mental por cuestionar el autodiagnóstico que los menores autopercibidos trans se han hecho en base a foros y vídeos en redes no es motivo para emitir un sí como voto.
Del mismo modo que la cabeza de Génova tampoco ha visto motivo alguno para apoyar una moción de censura contra un Gobierno que obliga a cualquier poseedor de un perro a realizar un curso de capacitación para la tenencia del animal. El mismo Gobierno que, bajo el amparo de su Ley de Bienestar Animal, arruinará cientos de pequeños negocios dedicados a la cría y venta de animales exóticos.
El Partido Popular no ha votado en contra del Ejecutivo que ha gobernado de espaldas a sus votantes mintiendo a su electorado con su política de pactos. Pues el mismo Pedro Sánchez que afirmó que «con Bildu no vamos a pactar» se ha mantenido en el poder gracias a los votos de todos los partidos separatistas cuyo objetivo es la destrucción de la nación española.
