Más de 300 inmigrantes ilegales han llegado a las costas españolas, a Baleares, Almería y Murcia, procedentes de las costas argelinas esta semana. Una treintena embarcaciones han sido interceptadas por los diferentes operativos de Salvamento Marítimo y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) desde el lunes, aunque la mayor parte de ellas han llegado a territorio nacional en las últimas 48 horas.
Islas Baleares ha registrado este miércoles la recepción de seis pateras, la mayor cifra en lo que va de año, para un total de 113 ilegales. La mayor parte son de nacionalidad argelina, aunque hay un número indeterminado de sirios. Ante esta situación, el líder y portavoz de VOX en Baleares, Jorge Campos, ha denunciado que el archipiélago está sufriendo «una invasión de inmigrantes ilegales».
Almería, por su parte, ha recibido 25 pateras provenientes de Argelia en los últimos 9 días, 19 –con más de 160 ilegales– en los últimos tres. El lunes llegaron cinco embarcaciones con un total 38 inmigrantes ilegales de origen argelino y marroquí. El martes, las costas almerienses recibieron un total de 10 embarcaciones más que dejaron 87 inmigrantes ilegales de origen sirio, argelino, marroquí y bangladeshí, y el miércoles un total de cuatro pateras con casi 40 inmigrantes ilegales de origen sirio y argelino.
Asimismo, el martes la Región de Murcia registró la entrada de tres embarcaciones que dejaron en el puerto de Cartagena un total de 39 ilegales de origen yemení y argelino, y el miércoles registró dos embarcaciones con 21 argelinos.
La avalancha de inmigrantes ilegales coincide con la decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación suscrito con España hace casi dos décadas como represalia por el «injustificado apoyo» del Gobierno socialcomunista al plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
Las autoridades argelinas han recriminado a las españolas la campaña emprendida para tratar de argumentar este giro político y han afeado el respaldo del Ejecutivo de Pedro Sánchez a una «fórmula ilegal e ilegítima» como es la autonomía planteada desde Rabat.