«En ningún momento hemos eludido nuestra responsabilidad». Las palabras del expresident desde Bruselas tras haber sido puesto en libertad con cargos.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha asegurado estar «preparado» para ser extraditado a España por la justicia belga, y que es consciente de que tanto él como los cuatro consellers huidos a Bélgica pueden «acabar en prisiones españolas».
En una entrevista concedida a Catalunya Radio desde Bélgica, Puigdemont ha indicado que los exmiembros del Govern que se encuentran en ese país «en ningún momento hemos eludido ninguna responsabilidad» y ha resaltado que se presentaron «voluntariamente ante la justicia belga» tras la euroorden de detención dictada por la Audiencia Nacional.
Según Puigdemont, su exilio en Bélgica responde a una estrategia de «internacionalizar al máximo lo que esta pasando» en Cataluña, de una causa que a su juicio es «de derechos humanos y de democracia» y que «abre unos focos que ayudan a los compañeros encarcelados en España».
«Se trata de poder administrar de la mejor manera posible la defensa de nuestros derechos, no de los individuales, sino del Govern de Cataluña«, ha considerado Puigdemont, que entiende que «si disponemos de unos días o unas semanas para poder hacer lo que estamos haciendo, lo debemos de aprovechar».
‘El Estado español pasará vergüenza’
«Todo esto acabará en los tribunales internacionales, acudiremos a ellos, llegaremos hasta el final y el estado español pasará vergüenza», ha augurado Carles Puigdemont, quien ha resaltado que para ello «hemos venido al corazón de Europa, nos hemos dirigido al mundo, y el mundo escucha».
Ha subrayado que en la rueda de prensa que dio en Bruselas «hubo un despliegue de medios internacionales colosal» que informaron «al planeta entero» de la situación en Cataluña, lo que contrastó con «la total indiferencia en la sede de las instituciones europeas», que ve «desconectada de lo que le interesa a la gente».
En este sentido, ha considerado «una verdadera anomalía democrática que haya presos políticos en Europa», y ha insistido en que la causa contra él y los exconsellers es «una causa de derechos humanos, de democracia» pues «se están violando los derechos humanos de los compañeros encarcelados» y «somos víctimas de una persecución política».
Ha criticado la «indolencia de Europa ante esta persecución indecente» y ha pedido a la UE que «tenga la decencia de preguntarle al Estado español si respetará el resultado de las urnas el 21-D» y si los partidos que ganen «tendrán derecho a aplicar su programa electoral».
‘Valoramos los riesgos’
Por su parte, el exconseller de Sanidad Toni Comin ha explicado que, a la hora de afrontar su situación judicial, entre los miembros del Govern «había un pacto de que todo el mundo debía poder decidir valorando el componente político y el personal» aunque «todas las opciones eran arriesgadas».
«Todos valoramos los riesgos en función de sus circunstancias, todo el mundo pudo tomar la decisión que quiso y el resultado ha sido el que ha sido», ha puntualizado Comin.
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