Mariano Rajoy representaría “el estado viejo, antiguo, autoritario”. El futuro, dice el divulgador científico, “será de estados pequeños, tipo Cataluña”. Cuando Felipe VI habló sobre el problema separatista, Punset apagó la televisión.
Eduard Punset, conocido divulgador científico (dirigió y presentó durante 18 años el programa ‘Redes’ en TVE) y antiguo militante de a UCD de Adolfo Suárez, se descuelga ahora con unas declaraciones en las que se muestra partidario de celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña, así como liberar a los políticos separatistas encarcelados.
El catalán, uno de los protagonistas de la Transición, reniega ahora en Nació Digital de ese periodo: “Mucha gente aceptamos la primera Transición esperando que habría una segunda, que aún la esperamos. Sería que instaurasen en España las viejas ideas de Montesquieu, sobre todo la separación de poderes. Homologar la democracia española a la democracia europea”.
“Es evidente que hay presos políticos”
Para Punset, la España actual le recuerda “a los años cincuenta”. “Personajes como Mariano Rajoy, como los ministros Rafael Catalá o Juan Ignacio Zoido me transportan a los cincuenta. (…) Sigo escuchando las mismas cosas que antes. El lenguaje político de la España oficial sigue siendo el mismo”, denuncia; e incluso se refiere a los políticos encarcelados como “presos políticos”: “Y no comprendo que se discuta esto en los medios de comunicación. Es evidente que hay unas personas que están encarceladas por motivos políticos”.
Se pregunta, viendo la actual situación de “regresión democrática”, de qué ha servido su exilio. A su juicio “España ha quedado muy en evidencia ante Europa” y “se ha visto la degradación del sistema político español”.
Ni siquiera el Rey se libra de sus crítica: “Cuando el rey Felipe VI hizo su discurso, apagué la televisión. Me pareció muy mal. Era el discurso de alguien que sólo quiere mantener su posición. Pero lo que diga el rey en estos momentos a mí ya no me interesa nada”.
Punset, economista de formación, quita importancia al éxodo empresarial, ya muy cercano a las 3.000 empresas: “No creo que acabe teniendo el impacto que se ha dicho”. En todo caso, las empresas no habrían huido por la incertidumbre política o la inseguridad jurídica alentada por el separatismo, más bien respondería a una operación “incentivada desde el poder político” de Madrid.
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