«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

‘Querer a todos los hijos por igual…’ Las redes dicen adiós a Setién

«Me parecía increíble que Setién, mi obispo, no fuera más solidario con nuestro dolor», recordaba María San Gil.

Fue María San Gil, ex presidenta del Partido Popular en el País Vasco, una de las que relató con mayor claridad la verdadera personalidad del obispo Setién. San Gil recordó en su libro ‘En la mitad de la vida’ episodios como el de ‘monseñor’ «pasando de largo delante de los hijos de José María Aldaya concentrados para pedir la liberación de su padre y no deteniéndose para darles unas palabras de ánimo y consuelo».

«No se dignó a mirarlos. Unos hijos que sufrieron el vía crucis de tener a su padre secuestrado por ETA durante 341 días. ¿Por qué? Debería ser él quien contestara, pero aquel gesto no ayudó a mejorar la imagen que de Setién teníamos gran parte de los fieles. De Setién sabíamos, entre otras cosas, que durante los funerales prohibía dentro de las iglesias la bandera española sobre los féretros de los guardias civiles asesinados por ETA», recuerda San Gil en su libro, en el que también relata aquel famoso -y trágico- episodio en el que el propio Setién le dijo a San Gil aquello de «dónde está escrito que hay que querer a todos los hijos por igual».

La propia San Gil fue a hablar con él para tratar de explicarle el dolor que atravesaban las familias amenazadas por ETA en el País Vasco: «Me parecía increíble que Setién, mi obispo, no fuera más solidario con nuestro dolor y por eso creí que teniendo una reunión con él y explicándole directamente cuales eran nuestras circunstancias, su actitud cambiaría. (…) Le puse el ejemplo de lo que sufría mi madre, pensando que me podía pasar algo y que nunca, a pesar de ir todas las semanas a misa, había recibido una palabra de consuelo o de ánimo. ¿Cómo voy a saber que tu madre sufre si no me lo cuenta?», recuerda San Gil que le contestó el obispo. «Quizás las madres de los presos de ETA sí le contaban sus penas, porque les llegó incluso a ceder los bajos de la catedral del Buen Pastor para que hicieran sus encierros».

Así las cosas, son muchos los internautas que, al conocer la muerte de Setién, han recordado su intolerable comportamiento:

Alfonso Ussía se hace eco con una sencilla petición: Que Dios le perdone.

La hermana del asesinado por ETA Gregorio Ordóñez también tiene recuerdos el día de la muerte de Setién. En concreto, recuerda el día que su hermano le preguntó si de verdad creía en Dios:

Otros apuestan por la ironía gráfica. Así son las palabras de recuerdo para el fallecido:

Despreció a la familia Aldaya, recuerda otra internauta. Y por eso lo desprecia:

‘Lo más repugnante del clero vasco’, así define Manuel Marlasca al fallecido Setién:

Hay quien pide para él el mismo trato que el obispo dispensó a otros:

Y quien reclama el perdón de la Iglesia:

Que Dios le perdone… yo no:

Y un recuerdo sobre el Juicio Final:

 

 

 

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