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Ya no se puede modificar el voto por correo

Sánchez cambia el tablero y busca propiciar un acuerdo entre Podemos y Sumar que aumente sus opciones de seguir

La reacción de Pedro Sánchez ante la derrota de su partido y de sus aliados en las elecciones municipales y autonómicas ha consistido en convocar elecciones generales anticipadas y, además, en la sorprendente fecha del 23 de julio. Es la primera vez que se celebrarán unas elecciones generales en verano. Lejos de ser fruto de la desesperación o el pesimismo, el acto del presidente del Gobierno es más bien propio de alguien que lo ha meditado muy bien.

Mientras el PP se relamía contando los ayuntamientos y los gobiernos autonómicos que van a caer en sus manos y entrenaba a sus tertulianos para exigir a VOX que se entregue gratis a sus candidatos, Sánchez vuelve a cambiar el tablero de juego.

En vez de convertir La Moncloa en una posición erizo y aguantar hasta diciembre, al estilo de Mariano Rajoy, hace una salida que desbarata las posiciones que le sitian y provoca el desorden en ellas. Sigue conservando la iniciativa, que en la guerra y en la política son capitales para conseguir la victoria.

Debacle de los aliados del PSOE

Y Sánchez tiene motivos para haber dado este golpe. Por mucho que los periódicos de pago que leen las derechas (pero que no son de derecha), lo repitan, el PSOE, aunque ha perdido poder, como en 2011, no ha sufrido una debacle: queda sólo 750.000 votos por detrás del PP a nivel nacional, después de cinco años de gobierno y de los escándalos de esta campaña. Lo que ha ocurrido es que los aliados del PSOE se han desplomado: Podemos en toda España y luego el Partido Regionalista Cántabro (PRC) o el PAR aragonés.

Si no existiese VOX, el PP se encontraría como en tantas elecciones anteriores en las que ser la lista más votada pero sin alcanzar la mayoría absoluta no le sirve, porque el PSOE pactaba con el resto de la izquierda o con los separatistas. Es VOX quien puede quitarle a la izquierda (junto al PP) ayuntamientos como Valencia, Sevilla o Valladolid, y las comunidades de Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón o Baleares,

Al sumar los votos obtenidos en las municipales por PSOE con los restos de Podemos y Más Madrid, más ERC, Compromís, PNV, BNG, la Chunta y Bildu (uno de los ganadores indiscutibles de la jornada), el llamado «bloque de la investidura» casi empata a votos con VOX y PP. Y si nos fijamos en los concejales y alcaldes, que implican control territorial, la alianza que sostiene a Sánchez rebasa en mucho a la derecha y el centro: más de 30.000 ediles frente a unos 25.000.

No se puede modificar el voto por correo

Al disolver las Cortes, éstas no pueden modificar la Ley Orgánica de Régimen General (LOREG), por lo que los agujeros del voto por correo se mantendrán en unas elecciones en las que millones de ciudadanos estarán de vacaciones. La obligación de inocularse durante la pandemia para viajar ha demostrado que el español no perdona sus vacaciones. En consecuencia, las oficinas de Correos de las costas estarán desbordadas y podrán repetirse otros escándalos como el de Melilla sin que llamen la atención. En las elecciones de abril de 2019 los votantes que optaron por el correo para sufragar fueron 1,3 millones, cifra que bajó a 997.000 en noviembre.

El calendario beneficia también al PSOE. Los partidos a su izquierda están agonizantes, como Podemos, o lactantes, como Sumar. El plazo para negociar listas y estrategias se ha reducido a días. El único partido de izquierdas organizado en todo el país es el PSOE, al igual que es el único que dispone de diputados nacionales y alcaldes en todas las provincias. El PP es irrelevante en el País Vasco y Cataluña, donde sólo tiene tres de los 66 escaños que envían al Congreso. Yolanda Díaz tendrá que elegir entre ir sóla, formar una alianza con Podemos e Izquierda Unida… ¿o integrarse en el PSOE?

La izquierda está aterrorizada

Otro factor favorable a Sánchez es la constitución a lo largo de junio de los 8.000 ayuntamientos y los 12 Parlamentos regionales. Podemos asistir (o no) al nombramiento de alcaldes y presidentes autonómicos del PP gracias a los electos de VOX y a la posterior formación de gobiernos. Feijoo ha asegurado este lunes que cada barón tendrá la última palabra en cada territorio. El PP llegaría a julio desgastado por estos acuerdos, pues varios de sus líderes han reiterado su «distancia» respecto a VOX.

Y por otro lado, Sánchez podrá agitarse el fantasma del advenimiento de VOX para congregar el voto útil de la izquierda y los separatistas que ven en Santiago Abascal una amenaza para sus proyectos rupturistas. La extrema izquierda ha contribuido a su propio desgaste al estigmatizar, atacar y vilipendiar a VOX. La reacción de muchos —preocupados por su subvención— será entregar su papeleta al único partido que creen que puede salvarles: el PSOE.

Algunos dicen que Sánchez anticipa las elecciones porque ya dispone de un cargo internacional al que irse antes de quedar abrasado. Se trata de la habitual interpretación hecha por quienes consideran la política un estorbo en sus vidas. Un político profesional nunca se rinde. Y Sánchez confirma que está dispuesto a seguir combatiendo.

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