Desde hace meses, José Luis Escrivá sabía que ocuparía el cargo de gobernador del Banco de España en reemplazo de Pablo Hernández de Cos. Pedro Sánchez ya había planificado en noviembre de 2023 su papel en el Gobierno para facilitar su transición al organismo supervisor bancario.
Escrivá, que fue ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en la legislatura anterior, pasó a dirigir el nuevo Ministerio de Transformación Digital, una cartera que antes era sólo una secretaría de Estado bajo la vicepresidencia económica de Nadia Calviño. A este cambio se le atribuyó, en algunos círculos, una pérdida de peso político de Escrivá, mientras que otros lo veían como una preparación para asumir más tarde responsabilidades en el ámbito económico, en caso de que Calviño asumiera un puesto en el Banco Europeo de Inversiones.
Durante su tiempo como ministro, Escrivá se centró en dotar de contenido a su nuevo ministerio, pese a que muchos ya especulaban sobre su futuro en el Banco de España. Entre sus propuestas más polémicas estuvo la regulación de contenidos de internet, como las limitaciones al acceso al porno, una medida que generó controversias y dudas sobre su viabilidad. Sin embargo, su destino hacia el Banco de España parecía asegurado.
El anuncio oficial del nombramiento de Escrivá como gobernador se realizará en el Congreso, aunque en los últimos meses la idea ya había circulado dentro del Ejecutivo. Algunos ministros sostenían que este nombramiento era más una aspiración personal de Escrivá que una decisión cerrada, pero fuentes del equipo de Sánchez a las que ha tenido acceso El Español confirman que la elección fue completamente personal del presidente del Gobierno.
El mandato de Escrivá como gobernador del Banco de España será de seis años, lo que garantiza que permanecerá en el cargo hasta 2030, abarcando gran parte de la próxima legislatura.