La fiscalía aseguró que el refugiado sirio cometió un «acto de terrorismo».
El Tribunal de Szeged, al sur de Hungría, condenó este jueves a 7 años de prisión a Ahmed H., un refugiado sirio, por un «acto de terrorismo» al atacar con piedras a policías cuando participaba en una protesta con otros refugiados que pedían entrar en Hungría desde Serbia.
Además, el castigo incluye una pena por el cruce ilegal de la frontera, informó el portal informativo index.hu., que añade que tras cumplir la pena de cárcel, el condenado será expulsado del país con la prohibición de volver durante 10 años.
La Fiscalía aseguró que el refugiado sirio cometió un «acto de terrorismo» cuando en septiembre de 2015 lanzó piedras a los policías e intentó obligar a algunos de ellos a que dejaran pasar a los refugiados atrapados en la frontera entre Hungría y Serbia.
Ya en noviembre de 2016, el Tribunal de Szeged condenó al sirio, en primera instancia, a 10 años de cárcel por terrorismo, que según la acusación de entonces habría consistido en lanzar piedras a los agentes, instigar a otros a atacar a la policía y animar con un megáfono a los refugiados a cruzar la frontera.
En junio de 2017 ese fallo fue anulado y se ordenó la repetición del juicio, ya que el tribunal de primera instancia no consideró unas pruebas que podrían afectar considerablemente los hechos del litigio, según explicó en aquel entonces la fiscalía.
La condena disminuyó de 10 a 7 años la pena del sirio, que también tiene ciudadanía de Chipre.
El 16 de septiembre de 2015, al día siguiente de que Hungría sellara su frontera con Serbia, centenares de refugiados se enfrentaron con la policía en la localidad de Röszke después de que se les negara la entrada en el país centroeuropeo. Ahmed H. participó en estos disturbios, según la Fiscalía, animando a los demás refugiados con un megáfono y lanzando piedras a los policías.
Después de que los participantes de las protestas derribaran el portón del cruce de frontera, el sirio entró en el territorio de Hungría, aunque luego volvió hacia Serbia. En los enfrentamientos resultaron heridos decenas de policías.
Hungría selló sus fronteras del sur con Serbia y Croacia en otoño de 2015 para detener a los refugiados que querían cruzar el país para llegar a Estados más ricos de Europa, como Alemania o Suecia. Además, aprobó leyes que condenan con hasta 5 años de cárcel a los que cruzan ilegalmente las fronteras.
‘Lucharemos contra el imperio de Soros’
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha advertido que si su partido, el conservador Fidesz, pierde las elecciones de abril, Hungría tendrá que aceptar la llegada masiva de refugiados.
«Lucharemos contra el imperio de George Soros», ha afirmado Orbán en la céntrica plaza Kossuth, ante varias decenas de miles de personas que se unieron a la llamada «Marcha de la Paz», convocada por una organización cercana al primer ministro.
Durante meses Orbán ha acusado al millonario estadounidense de origen húngaro George Soros de planear, junto a la Unión Europea (UE), traer y distribuir por todos los países comunitarios a millones de refugiados. «Las potencias internacionales quieren obligar a Hungría a que acepte la inmigración», ha dicho.
A su juicio, en estos comicios el Fidesz no se enfrenta a «partidillos de oposición, sino un imperio internacional», que identificó con Soros. En la marcha también participaron centenares de polacos, llegados a Budapest para agradecer el apoyo del Gobierno húngaro a los enfrentamientos de Varsovia con la UE y se exhibieron carteles con lemas como «Hungría protege a Europa», en alusión a las vallas que el Gobierno de Orbán levantó en las fronteras del sur del país para impedir la llegada de refugiados.
Orbán lleva ocho años gobernando con mayoría absoluta. Las últimas encuestas dan a su partido el 36 % de los votos.
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