El exministro de Economía socialista Pedro Solbes ha reconocido falta de «valentía» para limitar el gasto durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el fin de reservar recursos públicos frente a una crisis económica que -ha dicho- tuvo errores de previsión y en la que pesaron factores políticos.
Solbes ha comparecido en la comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis y el rescate bancario y ha hecho autocrítica al tiempo que ha afirmado que siente «como el que más» el daño que ha provocado la crisis en la sociedad.
«La gran tragedia derivada de la crisis es la distorsión social que se ha generado», ha afirmado.
El exministro ha reconocido que su gobierno pudo haber intentado «frenar el tren», en alusión a una economía que estaba a punto de descarrilar y que «se acabó la vía».
Durante su exposición ha argumentado que se encontraba en un gobierno en minoría lo que impedía avanzar en ciertas reformas, a lo que ha sumado las discrepancias que tuvo con el expresidente Zapatero, que prefería acometer medidas de mayor gasto que reservar recursos públicos para afrontar una crisis que se endureció a partir de 2008.
«Para afrontar y atajar una crisis se puede ir más rápido, que da más seguridad y cuesta más dinero o ir más a largo plazo que ofrece menos riesgo y cuesta menos dinero», ha puntualizado.
En este sentido ha señalado que no era partidario ni del Plan E, cuyas actuaciones deberían haber sido más permanentes, ni de la rebaja del IRPF o el cheque bebé de 400 euros, que estaban «mal diseñados» y que además fue una medida electoral.
Solbes ha lamentado no haber sido «más contundente en algunos gastos» pero ha recordado que en ese momento Cataluña estaba gobernada por un tripartito y las cajas de ahorro estaban en manos de Comunidades Autónomas por lo que «unos y otros partidos» complicaban las reformas.
En su opinión las finanzas públicas «hubieran podido estar aún más saneadas» y hubo «claros errores de previsión macroeconómica» así como un exceso de confianza en el sistema financiero que no distinguió entre entidades, con lo que se ignoró las debilidades de una parte del sector.
Ha sido claro al aseverar que sus recomendaciones de limitar la ayuda para la compra de vivienda o sus criticas sobre lo inadecuado de las hipotecas a 40 años cayeron «en saco roto» ya que muchos sectores pretendían que «la fiesta no terminara».
Solbes ha negado que la burbuja inmobiliaria pueda atribuirse al gobierno de Zapatero porque el punto máximo de construcción se tocó en 2006 y ha recordado que durante 2004 y 2005 el ritmo de crecimiento estaba empujado por la excesiva y «blanda» financiación exterior a las empresas constructoras, por la necesidad de vivienda ante la llegada de millones de inmigrantes y por la falta de formación del inversor que destinaba sus ahorros a la compra de pisos.
En varias ocasiones ha dicho: «Tenía en la cabeza que antes o después tendríamos una situación de dificultad».
Sobre su relación con el Banco de España ha señalado que siempre fue de independencia y respeto mutuo y ha negado rotundamente haber presionado a la entidad.
«Nunca se me ha ocurrido presionar al Banco de España ni en política monetaria ni en temas de supervisión», ha aseverado.
Solbes ha afirmado que con los mismos datos económicos de entonces y con la capacidad de actuación que tenía, seguramente hubiera vuelto a cometer los mismos errores.
Críticas de los grupos parlamentarios
La mayoría de los grupos parlamentarios ha criticado la falta de previsión del gobierno de Zapatero aunque el diputado del PSOE, Pedro Saura, ha insinuado que los desequilibrios económicos tuvieron su origen en el Gobierno popular de José María Aznar, mientras que el portavoz de Fiscalidad de Ciudadanos, Francisco de la Torre ha criticado el gasto en el Plan E.
El diputado de Unidos Podemos Alberto Garzón ha comentado que una cosa «era negar la crisis y otra ver lo que estaba sucediendo y no hacer nada» mientras que la diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, ha criticado también la pasividad de Solbes.
El diputado del PP Luis Paniagua también ha recriminado que «era muy lucido ver crecer el PIB y el empleo» y no hacer nada y le ha acusado de no pensar en el futuro de los ciudadanos al tiempo que la diputada de ERC Ester Capela ha lamentado la visión «cortoplacista» de Zapatero.
En la misma comisión también ha comparecido la expresidenta de la CNMV Elvira Rodríguez durante el gobierno de Mariano Rajoy (2012 a 2016) y ha reconocido que hubo deficiencias en la regulación y en la supervisión.
Ha señalado que muchas de las causas de la crisis financiera fueron por defectos de buen gobierno en las entidades ya que perdieron la aversión al riesgo y ha recriminado una falta de transparencia «generalizada».