Tabarnia ha hecho fortuna en las redes sociales y sería la zona geográfica de Barcelona y Tarragona, pero, ¿es viable?, ¿es algo más que una humorada?, ¿por qué ha tenido éxito?, ¿y si fuera contraproducente?
¿Cuándo surge y por qué?
El proyecto original, a pesar de haberse dado a conocer de manera masiva en los últimos días, se funda en 2011, cuando un blog es registrado con el acrónimo Tabarnia (la suma de los nombres latinos Tarraco y Barcino -Tarragona y Barcelona en castellano actual-). El concepto territorial abarca las capitales y comarcas metropolitanas de Barcelona y Tarragona; la razón de ser del movimiento es política y responde a la revolución separatista iniciada en 2012 por la Generalitat.
Tarragona y Barcelona son las dos provincias donde el separatismo obtiene menos respaldo. Y así, con la intención de blindarse se cara a una hipotética secesión, nace el concepto ‘Tabarnia’.
¿Cuándo se dispara?
Los resultados electorales del pasado 21D dieron la razón a las tesis promovidas por los ideólogos de Tabarnia. De nuevo se hicieron explícitas dos Cataluñas diferentes: Lérida y Gerona se abrazaron a la secesión, Tarragona y Barcelona optaron mayoritariamente por partidos constitucionalistas. Esto empezó a verse claro con los análisis de los resultados. En concreto, el día de Nochebuena de 2017. Ese día el fenómeno Tabarnia estalló.
Según Mari Luz Congosto, doctora en Telemática e investigadora de la Universidad Carlos III, experta en datos sociales, la idea «fue creciendo (en RRSS) de forma natural y en el calor de la discusión emergió hasta convertirse en tendencia”.
Según el sitio web ‘Barcelona is not Cat’, principal promotor de la idea, Cataluña está formada por “dos zonas claramente diferenciadas desde el punto de vista económico, lingüístico, identitario, poblacional y social”. La división administrativa actual, denuncian, no se corresponde con la realidad, “y por tanto es necesario cambiarla”.
¿Por qué ha tenido éxito?
Principalmente porque supone un asidero y un refugio para los catalanes contrarios a la secesión. Y también porque pone a los separatistas frente a su propio espejo. Tabarnia emplea el argumentario habitual del mundo separatista para defender una tesis contraria a la separación de España (pero favorable a escindirse del resto de Cataluña): ‘derecho a decidir’, alta presión fiscal, diferente sociología, no retorno de la inversión…
¿Es viable?
Para el portavoz del proyecto, Jaume Vives, “No se trata de una ocurrencia. Tabarnia es un concepto que ya existía y que ha explotado con el 21D. Aunque su fuerza es el humor, va en serio y se está trabajando en su viabilidad”.
Lo cierto es que, al contrario que la independencia, la creación de una nueva comunidad autónoma -objetivo último de Tabarnia- sí está previsto en el marco legal español. Los defensores de la idea arguyen habitualmente el caso de Madrid, capital de Castilla y hoy Comunidad Autónoma independiente.
¿Y si fuera contraproducente?
“Contraponer Tabarnia a la República Catalana es como contraprogramar a Podemos subiendo el salario mínimo. Tú te marcas el tanto, pero la victoria es de ellos. Cuando juegas con las reglas y los argumentos del enemigo, siempre gana éste. El marco tiene que ser España”.
Es la opinión del tuitero ‘@Alonso_dm’, contrario al separatismo pero también a las tesis de Tabarnia.
Contraponer Tabarnia a la República Catalana es como contraprogramar a Podemos subiendo el salario mínimo. Tú te marcas el tanto, pero la victoria es de ellos. Cuando juegas con las reglas y los argumentos del enemigo, siempre gana éste. El marco tiene que ser España.
— Alonso (@alonso_dm) 27 de diciembre de 2017
Aunque, después de observar cómo recibían al fenómeno Tabarnia algunos periodistas, el tuitero rectificó su hostilidad inicial hacia la idea:
Rectifico lo dicho sobre Tabarnia. Una cosa que pone a la defensiva a este mercenario no puede ser mala. Y lo de Tractoria como némesis me parece sublime. pic.twitter.com/j7Yq8CpyFU
— Alonso (@alonso_dm) 29 de diciembre de 2017
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