El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell cerrarán este martes en el Tribunal Supremo los interrogatorios a los doce acusados en el juicio del «procés» y darán paso a los primeros testigos, entre ellos el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
Los largos interrogatorios a los procesados llevaron al Supremo a retrasar la fase testifical al miércoles, jornada en la que están citados, junto a Rajoy, la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro.
Ellos serán los encargados de explicar los pasos dados por el Ejecutivo ante el desarrollo del proceso independentista catalán, la intervención de las cuentas de la Generalitat y la aplicación del artículo 155 de la Constitución para cesar al Govern y convocar elecciones autonómicas.
Comparecerán también el miércoles el presidente del Parlament, Roger Torrent; el expresidente de la Generalitat Artur Mas; el diputado de ERC Joan Tardá; la excoordinadora general de PDeCAT Marta Pascal; la expresidenta del Parlament Nuria de Gispert; y los exdiputados de la CUP Eulalia Reguan y Antonio Baños.
Para el jueves están citados, entre otros, el lehendakari, Iñigo Urkullu, que intentó mediar entre el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el Gobierno; y el diputado de ERC Gabriel Rufián, autor del comentado tuit de las «155 monedas de plata» difundido cuando el 26 de octubre de 2017 se conoció que Puigdemont se planteaba descartar un referéndum y convocar elecciones.
Ese día debe declarar como testigo también el exministro de Interior Juan Ignacio Zoido. El tribunal aceptó su comparecencia en la primera jornada del juicio a petición de las defensas de los acusados, quienes sostienen que la única violencia que se registró el día del referéndum ilegal provino de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Pero antes de escuchar a los testigos deben ser interrogados, mañana, Cuixart y Forcadell. La Fiscalía acusa a ambos de un delito de rebelión y pide para ellos 17 años de prisión, mientras que la Abogacía del Estado los ve responsables de sedición y solicita penas inferiores: 10 años para la expresidenta del Parlament y ocho para el presidente de Òmnium.
Cuixart y el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana Jordi Sànchez son los procesados que más tiempo llevan en prisión, desde el 16 de octubre de 2017. Son considerados «promotores» del proceso independentista por las acusaciones, que otorgan a ambas asociaciones un «papel crucial» como instrumento de presión al Estado.
A Forcadell, en prisión desde marzo de 2018, también se le adjudica el título de «promotora» como principal representante del Poder Legislativo en Cataluña. Bajo su Presidencia, la Mesa del Parlament dio luz verde a la tramitación de las denominadas leyes de desconexión del Estado y permitió la votación de la declaración unilateral de independencia (DUI).