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Cree que la situación es insostenible y se siente atado de manos y pies

Un agente destinado en Canarias carga contra el Gobierno por la invasión migratoria: «Es todo un paripé»

Guardia Civil La Restinga, El Hierro - LA GACETA

Un agente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado destinado en Canarias con el que ha podido hablar LA GACETA se han pronunciado sobre la insostenible situación que vive el archipiélago y afecta a toda España con la llegada diaria de cientos de inmigrantes que están colapsando la comunidad autónoma. En declaraciones exclusivas, aseguran que su posición no tiene sentido ya que, pese a tener la obligación legal de proteger la frontera de inmigrantes ilegales mayores de edad que accedan al país, están atados de manos y pies para hacerlo.

«La situación es insostenible. Cualquiera que conoce el mar sabe que un cayuco que sale de Mauritania, Senegal y Gambia no puede llegar con los inmigrantes en perfectas condiciones que portan móviles. Son entre siete y nueve días a la deriva, y en medio de sus trayectos dan con barcos nodrizas que los cuidan, es todo un negocio», han señalado apuntando directamente a las mafias que trafican con seres humanos.

Además, conociendo la forma de actuar habitual de estos grandes grupos por trabajar con ellos día a día, explica las principales diferencias que les caracterizan. Según dice, la gran mayoría de subsaharianos que llegan lo hacen en condiciones difíciles —por el viaje y el inexistente bienestar en sus naciones de origen—. No es el caso de una parte importante de magrebíes (Marruecos, Argelia, Túnez…), que muestran una actitud más chulesca, llegan con móviles de gran calidad, faltan al respeto de forma constante y tachan de «racista» a todo el que se dirige a ellos.

Respecto a la procedencia de la gran mayoría que llegan a Canarias, cabe destacar que provienen de países como Senegal, Gambia y Mauritania. Desde allí, ONG’s que tildan de «mafias» les proporcionan por importantes cuantías económicas la posibilidad de subirse a barcos motorizados. Tras viajar por la costa de África durante entre siete y nueve días (en función de los mares o la dirección), llegan a la Isla de El Hierro, situada al sur del resto.

Y es que la situación en Canarias se ha convertido en insostenible. Con poco más de dos millones de habitantes en la comunidad autónoma, están recibiendo entre 300 y 500 inmigrantes ilegales diarios —en El Hierro, donde apenas viven 7.000 personas—. De todos ellos, los menores se quedan en centro habilitados para menas en El Hierro, mientras que los mayores de edad viajan en avión de hélice a Tenerife y ahí se decide si son acogidos en el centro Las Raíces o son enviados a la península.

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