«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Me siento responsable por no haber sido cauto»

Jordi Sabaté, enfermo de ELA, indignado con el Gobierno por mantener sin financiación la lucha contra la enfermedad: «Ni nos contestan»

El activista enfermo de ELA, Jordi Sabaté. El Mundo

El activista y enfermo de ELA, Jordi Sabaté Pons, ha expresado su profunda indignación con el Gobierno al denunciar que, a pesar de las promesas recibidas, la Ley ELA sigue sin contar con la financiación necesaria para entrar en vigor. Esta situación afecta gravemente a miles de personas que padecen esta enfermedad en España y que siguen esperando las ayudas prometidas.

A través de un mensaje contundente en redes sociales, Sabaté pidió disculpas a los enfermos de ELA por haber generado «falsas esperanzas» al confiar en los compromisos de los responsables políticos. «Me siento responsable por no haber sido cauto», escribió, añadiendo: «Perdón».

La indignación de Sabaté se debe a una promesa realizada hace apenas dos meses, cuando fue recibido por Pedro Sánchez en Moncloa. Tras aquella reunión, Sabaté salió con la confianza de que la financiación de la ley estaría disponible antes de finalizar el 2024, con un presupuesto de 240 millones de euros. Sin embargo, a pocos días de cerrar el año, las ayudas siguen sin materializarse.

En declaraciones recientes en el programa Espejo Público, Jordi Sabaté se mostró visiblemente afectado y confesó sentirse «más triste que nunca». Durante su intervención, agradeció a los medios su labor por «dar visibilidad al ELA», afirmando que los enfermos están «desesperados» ante la falta de respuestas por parte del Gobierno.

Sabaté fue tajante al exponer la gravedad de la situación: «La Ley ELA es una cuestión de vida o muerte». Según datos que él mismo compartió, cada día fallecen tres personas en España a causa de esta enfermedad y se diagnostican tres nuevos casos, una estadística que subraya la urgencia de las ayudas. Además, denunció que el único derecho que actualmente ofrece el Estado es el de morir con la eutanasia, pero reclamó que lo justo sería «también ofrecer el derecho a vivir» a través del apoyo económico necesario.

Preguntado sobre si han recibido alguna explicación, Sabaté fue claro: «No nos han dado ninguna. Nos ignoran». El activista denunció que las reuniones interministeriales para la implementación de la ley llevan paralizadas y que no hay indicios de cuándo se retomarán para garantizar que las ayudas lleguen a todas las comunidades de España.

Finalmente, Sabaté quiso despedirse con su habitual optimismo, lanzando un mensaje lleno de vitalidad: “Besos y abrazos con mis pestañas, ¡y viva la vida!”.

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