«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«me sentí intimidado por mi fe»

Un exconcejal del Partido Andalucista acosa a un funcionario del Parlamento de Andalucía por colocar un Belén: «A ver si acabáis como en Paracuellos»

Belén instalado en el Parlamento andaluz con motivo de la Navidad. Joaquín Corchero

Un trabajador del Parlamento de Andalucía ha denunciado haber sido víctima de acoso por parte de un compañero exconcejal del Partido Andalucista por colocar un Belén navideño en su lugar de trabajo.

La situación, según ha relatado el empleado, incluyó insultos y amenazas. «Me sentí intimidado por mi fe. Algunos colegas, con posturas muy de izquierda, criticaron duramente que se destinara dinero público a colocar el Belén. En un momento determinado, al defender mi posición diciendo que ‘Cristo siempre gana’, esa persona respondió con una amenaza: ‘A ver si acabáis como en Paracuellos‘», ha declarado J.A. al medio El Debate.

El trabajador también ha revelado que está considerando tomarse una excedencia para aliviar la tensión que enfrenta en su entorno laboral. En declaraciones a InfoVaticana, ha expresado que la situación interna con sus compañeros, muchos de ellos críticos con sus creencias, se ha vuelto insostenible.

Aunque el presunto acosador ha pedido disculpas, J.A. subraya que estas fueron motivadas por la presión mediática y una amonestación laboral. Sin embargo, lamenta que el autor del comentario minimizara la gravedad de sus palabras y no mostrara arrepentimiento por mencionar el genocidio en Paracuellos, un episodio histórico especialmente sensible para las víctimas cristianas.

A pesar de la gravedad de los hechos, J.A. está evaluando retirar la denuncia para proteger la tranquilidad de su familia, que ha sufrido el impacto emocional del conflicto. «Quiero que mi familia descanse en paz y no tenga que cargar con las consecuencias de mis decisiones. Sin embargo, es preocupante cómo algunos aprovechan cada oportunidad para alimentar el odio y revivir enfrentamientos del pasado«, ha afirmado.

Este caso ha reabierto el debate sobre los límites de la tolerancia y el respeto a las creencias religiosas en el entorno laboral. «No sólo se trata de defender una tradición como el Belén, sino de garantizar que los católicos puedan practicar su fe sin temor a represalias. Lo que he vivido refleja cómo un laicismo mal interpretado puede excluir valores fundamentales de nuestra sociedad», concluye J.A.

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