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acumula una deuda de más de 5.000 euros

Un inquiokupa nigeriano apuñala al propietario de una vivienda en Leganés

Vehículo de la Policía Nacional. Europa Press
Vehículo de la Policía Nacional. Europa Press

Gustavo es el propietario de un piso en la madrileña calle Bailén (Leganés) que alquiló hace dos años a una pareja nigeriana de nacionalidad española. Desde entonces viven en la casa con sus tres hijos, y lo hacen gratis desde hace siete meses cuando decidieron dejar de pagar el alquiler y, además, realquilar las habitaciones de la vivienda.

El pasado domingo 30 de abril, Gustavo quedó en la casa con el inquiokupa para llegar a un acuerdo. «Yo iba para perdonarles la deuda que me debe, que es de 5.000 euros, e incluso estaba dispuesto a devolver la fianza con tal de que se fueran de la casa», declara el propietario a el diario El Mundo. Sin embargo, lo que obtuvo fue la negativa de los inquilinos que alegaron que el contrato firmado es de cinco años y que, por lo tanto, se irían sólo con una orden judicial.

Cuando Gustavo quiso abandonar la vivienda después de esta conversación y sin acuerdo, la mujer del okupa le impidió abandonar el apartamento. «En cuestión de segundos, el marido salió del comedor con un machete de carnicero, la mujer se fue hacia las escaleras de la comunidad y yo me quedé bloqueado en un rincón. Utilicé una mesa para protegerme. Sin embargo, recibí varias cuchilladas en todo el cuerpo, desde los brazos hasta el hombro, el codo y las costillas. Mientras, él me decía: ‘La próxima vez va a ser una bala para ti y tu mujer’», afirma el dueño al citado diario.

Gustavo consiguió escapar después de unos minutos, pero dejó en la vivienda su teléfono móvil con el que había grabado la conversación con los inquilinos que quería utilizar de prueba ante la Policía.

Los policías detuvieron al okupa por intento de homicidio y por un robo con intimidación, pero fue puesto en libertad a las 24 horas. Ante esta situación, a Gustavo no le ha quedado más remedio que recurrir a una empresa de desokupación para recuperar su vivienda.

Además de la okupación, los inquiokupas acumulan deudas por el impago de varias facturas: 800 euros de luz, por las que le cortaron la electricidad hace un mes, 1.700 euros de gas y 500 euros de agua, entre otras.

Ahora Gustavo está de baja, como consecuencia de las heridas provocadas tras la agresión. Asegura que esta no es la primera okupación de esta familia nigeriana. Antes de llegar a la casa de Leganés estuvieron haciendo lo mismo en otra vivienda por más de un año, negándose al pagar y realquilando habitaciones a otras personas por 350 euros.

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