La polémica en torno a la protección del lobo no cesa en Asturias. Semana a semana se vienen sucediendo las quejas de la gente del campo por algún episodio, ataque o incidente con el lobo. Pero lo que ha sucedido ahora es algo inédito que incluso ha hecho reaccionar al presidente del Principado, Adrián Barbón.
Enrique Huerta García, un joven pastor de Santianes de Ola, un pueblo cercano a Cangas de Onís, de tan sólo 17 años, fue atacado por un lobo cuando acudía a guardar las cabras en la finca de su casa. Todo quedó en un susto gracias a la pericia del joven pastor que, ante el acoso de dos cánidos, se subió a un árbol para evitar lo que podría haber sido una tragedia.
El día de autos Enrique acudió al monte para guardar las cabras pertenecientes a la ganadería familiar, pero rápidamente se dio cuenta de que dos lobos estaban atacando y comiéndose una de las cabras del rebaño. Sin pensárselo dos veces se acercó para intentar espantarlos, pero el gesto, lejos de amilanar y ahuyentar a los lobos, surtió el efecto contrario y éstos se revolvieron y lo acorralaron. El joven pastor, ante esta situación, se subió a un árbol y allí se mantuvo hasta que los lobos se marcharon.
Los padres del menor denunciaron estos hechos con la esperanza de que «el problema del lobo se empiece a tomar más en serio». El presidente del Principado, Adrián Barbón, considera que «fue un error» incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). «Desde el principio dijimos que incluir a lobo en el listado de especies protegidas era un error, lo impugnamos y lo judicializamos y defiendo que el Plan de gestión del Lobo del Principado siempre ha funcionado bien», aseguró Barbón.
Quien conoce bien la zona y los problemas que padecen los ganaderos es el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, municipio donde se produjo el ataque, quien ha asegurado que el lobo «campa a sus anchas desde hace mucho tiempo por culpa de las políticas de izquierdas» y ha afirmado que era conocedor de que «llevaban unos días matando cabras del rebaño». Con respecto al ataque al joven pastor, tiene claro que, aunque sea el lobo una especie protegida, «primero son las personas».
