Un marroquí llegado hace 15 meses a Bilbao denuncia a un compatriota por pegarle una brutal paliza por negarse a cumplir con el Ramadán.
El agredido, que ha hablado con el medio El Correo, también le acusa de llamarle «judío» mientras le propinaba los golpes.
La victima, que no habla bien español, es hijo de una madre soltera, y no creció con ella ya que fueron repudiados por la familia. Fue adoptado por unos parientes lejanos que le expulsaron. Todo ello hace que los preceptos islámicos le produzcan un fuerte rechazo, y desde hace años no es practicante.
En su país, trabajaba como soldador y no cumplía con el Ramadán, práctica que tampoco incorporó al llegar hace año y medio a Bilbao. Sin embargo, aunque en el país africano sufrió problemas por no ser un musulmán practicante, nunca padeció violencia física hasta llegar a la comunidad vasca.
Los hechos, que han trascendido ahora, ocurrieron el 22 de marzo. El agredido vivía en un recurso de urgencia para inmigrantes, y comía y bebía cuando le apetecía ante otros marroquíes. Su actitud no gustó a algunos de sus compatriotas, pero la paliza la recibió un día que salió a tomarse unas cervezas. Al volver, otro ciudadano de Marruecos «comenzó a llamarle judío y a golpearle sin parar», según la denuncia.
Tuvo que ser hospitalizado con graves lesiones en la cara. Además, tras recibir el alta, otro musulmán volvió a pegarle por el mismo motivo una semana después y le causó problemas en los oídos. Él alerta de que tampoco está recibiendo ninguna protección en servicios sociales, por lo que no descarta que vuelva a ocurrir.