«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Sostiene que conoció al exministro en noviembre de 2019

Una mujer transexual no operada asegura ser la «colombiana» que contrataron Ábalos y Koldo en una de sus fiestas

Valeri Cuellas. Lecturas

La revista Lecturas ha publicado un adelanto de una entrevista exclusiva a Valeri Cuellas en la que asegura ser la mujer colombiana a la que el exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García hacen alusión en una conversación filtrada sobre fiestas privadas con acompañantes. Cuellas, vinculada anteriormente al jinete televisivo Álvaro Muñoz Escassi, relata con detalle los encuentros que habría mantenido con el exministro socialista y otros hombres relacionados con su círculo.

En sus declaraciones, Valeri sostiene que conoció a Ábalos en noviembre de 2019 gracias a una «agencia extremadamente discreta» especializada en gestionar citas para personajes conocidos y personalidades influyentes. Aquel primer encuentro se habría producido en un ático de Madrid, donde —según relata— no estaba sola: “Había más chicas, no era la única mujer presente”.

Durante esas reuniones, Cuellas asegura que se aplicaban medidas de seguridad muy estrictas. Al llegar al lugar, le requisaron el teléfono móvil y eliminaron todo tipo de mensajes que pudieran dejar rastro del encuentro. Esta práctica, indica, se repitió en todas las ocasiones en las que se vio con el exministro.

La mujer afirma que mantuvo tres encuentros con Ábalos: dos en Madrid y uno en Valencia. En todos ellos, según su testimonio, también estuvo presente Koldo García, el antiguo asesor de confianza del exministro. “Koldo estaba allí en las dos veces que estuve en Madrid con José Luis”, sostiene Cuellas, quien añade que reconoció también a otros tres hombres, cuya identidad no reveló pero aseguró haberlos visto en televisión.

Sobre el ambiente en las reuniones, Cuellas lo describe como el de una fiesta privada. A su llegada al inmueble, afirma que encontró a varios hombres bebiendo junto a al menos seis mujeres. De los asistentes, sólo recuerda haber visto a un guardaespaldas, el mismo que se encargó de retirarle el móvil a su entrada.

Esta revelación, difundida por una de las principales revistas del corazón, añade una nueva capa de polémica al escándalo que ya salpica al exministro y a su entorno, involucrando ahora a testimonios que apuntan directamente a la vida privada y los vínculos con servicios de alto nivel relacionados con la prostitución de lujo.

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