El exministro de Francia Manuel Valls ha pedido a los grandes partidos que se unan contra el auge de los movimientos populistas porque con ellos «no hay alianza posible» pero además ha dicho que «el nacionalismo es la guerra» y las visiones separatistas rompen la democracia, «en peligro de muerte».
Valls, que ha sido invitado por el expresidente José María Aznar a pronunciar el discurso de clausura del programa de máster del Instituto Atlántico de Gobierno (IADG), organización que preside, ha puesto el acento en las próximas elecciones europeas y ha instado a acuerdos ante la posibilidad de que los populistas se conviertan en 2019 «en la segunda fuerza en el Parlamento Europeo».
El exministro, que no ha desvelado a preguntas de los periodistas si finalmente aceptará ir como candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona, también ha reivindicado «políticas fuertes» en emigración pero con un mensaje claro a los dirigentes europeos: «no se pueden abrir fronteras sin cerrar fronteras, hay que protegerse del terrorismo y la emigración».
Valls ha reconocido que lo que hoy se conoce como crisis migratoria «no es nada con lo que vamos a conocer dentro de unos años» y ha considerado que para «reorganizar esa emigración» habrá que mirar a África, porque no hacerlo será negar el futuro de Europa.
El exministro ha considerado que el «gran reto» de los próximos años es el puente que hay que construir con África. «Hoy la Unión Europea representa 510 millones de personas, y África, 1.300 millones. En 2050, Europa tendrá 430 millones y África 2.500 y dos tercios tendrán menos de 30 años», ha precisado.
Pero esos países, que tienen muchos nacimientos, también conocen terrorismo y mal gobierno, por lo que, ha advertido, su gente va a emigrar masivamente a Europa y aquí tendrá que haber «políticas fuertes en emigración». Y ha pedido que en el continente europeo se actúe con «trabajo y democracia».
El también exministro francés del Interior apenas ha hecho alusiones a España y Cataluña, si bien se ha referido brevemente a las «amenazas internas» del separatismo catalán que ponen al país en un riesgo «sin precedentes». «En Europa, ya somos muchos estados, si los vamos partiendo no quedará nada», ha advertido.
Valls ha reconocido la dificultad de gobernar en el seno de la Unión Europea, de «imponer» políticas en unos Estados cuando «algunos no quieren avanzar», si bien ha considerado que recurrir el referéndum «no es fácil». «Ya conocemos la experiencia», ha dicho.
En su conferencia, el exministro ha admitido que la democracia es «el peor de los sistemas pero el único que tenemos» y ha insistido en «nuevas alianzas» ante el choque populista, porque el separatismo en Europa «no tiene futuro».
Y se ha dirigido a los «grandes partidos de izquierda y derecha» que, si renuncian a este relato, contribuirán al triunfo de los populismos.
En definitiva, Valls ha pedido «valor y visión de futuro» a los dirigentes españoles y europeos para afrontar múltiples retos en la construcción europea.
Y ha asegurado que «la política en general y la democracia en particular no pueden afrontar el futuro sólo con programas económicos. Necesitamos una visión que tiene que basarse en valores».
De hecho su conferencia titulada «La importancia de los valores en la política’, ha cerrado una semana de debates con los que el IADG ha clausurado el programa de Liderazgo, Gobierno y Gestión Pública. El conferenciante invitado el año pasado por Aznar para clausurar el programa de máster fue el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.