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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Nuevo varapalo judicial a la Policía Nacional: el TSJ tumba una prueba de acceso

Que el cuerpo de la Policía Nacional no gana para disgustos no es ningún secreto. Si a los escándalos políticos de los últimos años, se le ha sumado la trama del caso Villarejo y la investigación judicial contra 200 altos cargos de la policía al haber obtenido el grado universitario en la URJC por los presuntos “títulos a medida”, ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid da otro varapalo a la Policía Nacional, esta vez al sistema de entrevistas para ascensos por promoción interna en todas las escalas.

¿Cómo deberían ser las pruebas que deben pasar un Policía Nacional con varios años de servicio para poder ascender dentro de su propio cuerpo? Lo lógico, señalan fuentes policiales consultadas por La Gaceta, sería «seleccionar a los candidatos en función de sus experiencia en la calle y su conocimientos en derecho penal, derecho administrativo, derechos humanos, administración pública, aptitud física, estudio de su perfil psicológico, defensa personal y si quiere rizar el rizo, incluso uno se podría imaginar una prueba de idiomas».

Pero la realidad es que la prueba para ascender por antigüedad dentro de la Policía Nacional consiste en una batería de test psicotécnicos y una entrevista personal y, si las plazas no son cubiertas, se pasan de inmediato a los aspirantes de oposición libre.

El TSJ tumba la entrevista

Ahora, una nueva Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en un recurso tramitado por el Sindicato Profesional de Policía (SPP) a un afiliado estima el recurso interpuesto por las entrevistas y corrige así al Tribunal Calificador que, en su día, declaró al Comisario como “NO APTO” en la entrevista.

El fallo no deja lugar a dudas y reconoce que el Comisario superó la “Entrevista Personal” en la que fue declarado NO APTO de forma injusta, todo ello con las consecuencias jurídicas correspondientes, a saber: “…escalafonamiento en el puesto que le hubiera correspondido en la promoción saliente de la convocatoria en que participó, con la misma antigüedad y resto de efectos económicos y administrativos que los obtenidos por quienes superaron esta convocatoria.”

A pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid no cuestiona la prueba de la “entrevista personal”, considerándola como prueba idónea para contrastar los resultados de la primera parte de la prueba consistente en los cuestionarios de información biográfica y test de personalidad realizados, sí que recalca que dicha entrevista personal debe ser en todo caso complementaria y no puede convertirse en prueba autónoma o principal, determinante de todo el proceso selectivo y de carácter eliminatorio como viene haciendo año tras año la Administración en todos los procesos selectivos de ascenso.

De esta forma, el pronunciamiento judicial deja en evidencia la ausencia de aportación de documentación fundamental como las preguntas efectuadas, las respuestas a tales preguntas así como los criterios cualitativos según los cuales se han valorado los factores investigados para elaborar el necesario juicio técnico, el cual debe determinar la declaración como apto o no apto.

Incluso el Tribunal menciona el hecho de la ausencia de grabación de la entrevista (actuación no prohibida en las bases de la convocatoria), y que, de haberse practicado supondría un elemento esclarecedor de cómo se efectúa el proceso.

No es el primer escándalo

En el mes de febrero de 2016, debido a la extrema complejidad del examen de ortografía para ingreso a la Policía Nacional, varios medios de comunicación titulaban es sus portadas ¿pasaría usted la prueba de ortografía de la Policía Nacional? Días después, Interior se vio en la obligación de anular la prueba.

Psicotécnicos imposibles como freno

Fuentes del sindicato Alternativa Sindical de Policía (ASP), manifiestan “que desde hace años, el freno para que los policías no asciendan por el sistema de antigüedad se basa en una complicada batería de test psicotécnicos (donde no se busca conocer la personalidad del aspirante sino su capacidad espacial) que requiere un año de preparación para poder salvarlo con un simple aprobado y después una complicada entrevista personal donde si quieren suspenderte solo tienen que preguntarte temas jurídicos complicados”. Con ello, sostiene el sindicato, “la Policía suspende cada año a miles de aspirantes que quieren ascender por el sistema de antigüedad a las escalas de Subinspector, Inspector, Inspector jefe o Comisario, las plazas que quedan desiertas pasan para el sistema de oposición libre”.

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