«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Venezuela, Cuba y el Kurdistán, los modelos de la CUP para Cataluña

Mientras Carles Puigdemont y sus miembros del Govern insisten en la necesidad de pertenecer a la Unión Europea, sus socios de la CUP dan por amortizado el bloque comunitario y apuestan por la salida.

Bruselas ha insistido en estos últimos días, a propósito de una posible declaración unilateral de independencia, en que si Cataluña rompe España saldría automáticamente de la UE. A pesar del reiterado mensaje, la Generalitat considera que finalmente la región mediterránea se integrará como un Estado miembro de derecho.
No se trata más que de una profecía similar a la hecha por Artur Mas hace unos años cuando aseguraba que ningún banco abandonaría Cataluña. Y si contra todo pronóstico la ‘república catalana’ logra permenecer en el club comunitario, esto podría generar la primera gran crisis en esa hipotética e improbable nación, ya que la CUP exige la salida inmediata del euro y la eurozona.
Decía Anna Gabriel hace unos días en el Parlament que abogaba por una independencia sin fronteras. Una incongruencia similar sería la de un vegano que se hincha a chuletones.
Esa independencia sin fronteras, según comentó la portavoz antisistema en los días posteriores al 1-O, se extendería a la Unión: «de la misma manera que no queremos formar parte de un Estado español que niega lo sucedido ayer, tampoco queremos formar parte de un marco político que lo avala con su silencio».
La intención de la CUP, según se desprende del programa redactado por Endavant hace unos años y que ha recuperado El Confidencial, es fugarse del euro, la UE o la OTAN. En las nueve páginas de ‘Por qué decimos no a la Unión Europea’, la formación advierte de que el respeto del ente supranacional a las ‘’legislaciones española y francesa en relación con la administración territorial de los Països Catalans’’, les hace ‘’impermeables a la voluntad de los pueblos a la autodeterminación’’.
“El ejercicio de la plena soberanía popular requiere no solo romper con las imposiciones del Estado español, sino también de la UE y la Troica, instituciones antidemocráticas que actualmente dictan las políticas liberales de austeridad”, exigen desde la CUP.
Una vez rotos los lazos con la UE, la CUP priorizaría sus relaciones con países con modelos socialistas y que se encuentran en la auténtica ruina, y hacia zonas con las que comparten el derecho de autodeterminación. “Miraremos de establecer como prioritarios de nuestra solidaridad internacionalista, a causa del comportamiento histórico, estratégico y de enraizamiento en nuestra casa, los siguientes países: Venezuela, Cuba, y países del ALBA, Colombia, Sáhara, Palestina, Kurdistán y Euskal Herria”.

Llamada a la desobediencia

La CUP ha hecho este lunes un llamamiento a la «desobediencia civil masiva» en Cataluña ante la aplicación por el Gobierno del artículo 155 de la Constitución, que considera «la mayor agresión contra los derechos civiles, individuales y colectivos del pueblo catalán desde la dictadura franquista».
En un comunicado que encabeza con el epígrafe «Contra la agresión del 155, República, autoorganización autotutela, resistencia desde el municipalismo e internacionalismo», la CUP señala que estos ámbitos «son las puntas de lanza de esta lucha no violenta para rechazar la aplicación del artículo 155 de la Constitución española y para alcanzar la libertad colectiva».
El partido antisistema señala que se trata de «una semana crucial para el futuro de Cataluña» y acusa «al gobierno de Rajoy, con el apoyo de Ciudadanos, del PSOE y del Borbón, de eliminar el autogobierno y de intervenir las principales instituciones, entre ellas el Parlament», lo que califica como «la mayor agresión al pueblo catalán desde la dictadura franquista».
«Una agresión -continúa el comunicado- dirigida contra la mayoría independentista, pero también contra el resto de la ciudadanía no independentista» y que «encontrará una respuesta en forma de desobediencia civil masiva por parte de la ciudadanía».
La CUP anuncia que, en este sentido, durante esta semana «se irán presentando iniciativas concretas en estos ámbitos».
Por otra parte, la CUP-CC insiste en que no comparte «la estrategia de ir a remolque de las decisiones que toma el gobierno español» y considera que «la declaración de la República está plenamente legitimada por los resultados del referéndum del 1-O y, como ya hemos dicho en múltiples ocasiones, apostamos por que el Parlament haga la proclamación lo antes posible».
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‘Si impedimos entre todos que detengan a Puigdemont, ganaremos’

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