El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido una exención a la decisión de congelar durante 90 días los fondos de ayuda exterior, a excepción de sus socios Israel y Egipto, después de las críticas recibidas por parte de organismos internacionales como Naciones Unidas y de ONG como Human Rights Watch (HRW).
«Para llevar a cabo la orden ejecutiva del presidente (Donald) Trump sobre la reevalución y reajuste de ayuda exterior, ayer aprobé una exención adicional a la pausa para la ayuda humanitaria vital durante el periodo de la revisión», ha anunciado este miércoles el secretario de Estado, Marco Rubio, a través de un comunicado publicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha indicado que «los ejecutores de los programas existentes de ayuda humanitaria que salvan vidas deben continuar o reanudar su trabajo si lo han interrumpido, de conformidad con las instrucciones descritas en esta exención». Esta reanudación es temporal y no se aprobarán nuevos contratos.
Esta medida se aplica a medicamentos básicos, alimentos, alojamiento y ayuda de subsistencia, así como suministros y gastos administrativos para brindar dicha ayuda. No se aplica a actividades que involucren abortos o «programas de ideología de género, cirugías transgénero». La ayuda a inmigrantes ilegales y refugiados sólo se puede utilizar para medicamentos y alimentos, y para la repatriación de nacionales de terceros países a su país de origen o tercer país seguro.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que en la víspera expresó sus «profundas preocupaciones por las implicaciones a los programas de VIH en países con bajos ingresos», ha manifestado que su organismo «acoge con satisfacción la exención humanitaria de emergencia de Rubio para medicamentos que salvan vidas».