La cadena CBS ha informado de que la agencia de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ejecutó el pasado domingo 84 arrestos de inmigrantes ilegales en el estado de Texas, poniendo en valor la promesa de campaña de Trump sobre la creación de unas fronteras seguras.
El operativo fue efectuado en las localidades de Dallas, Fort Worth, Collin e Irving, en conjunto con entes de dicho estado, como el Departamento de Seguridad Pública (DPS), así como otras agencias federales, como la Administración de Control de Drogas (DEA).
El incremento en las detenciones de este tipo también se atribuye a la desestimación de la vieja política migratoria del Gobierno federal, que impedía los arrestos en lugares como iglesias y escuelas, y que ha sido revocada recientemente por la recién inaugurada Administración Trump.
El llamado «zar de la frontera» del nuevo Gobierno, Tom Homan, también ha dicho que se espera la reactivación de operativos especiales contra la inmigración ilegal en sitios de trabajo, priorizándose la búsqueda de sujetos que, además de no poseer documentación legal para permanecer en el país, acumulan antecedentes penales.