El Gobierno de Estados Unidos ha cancelado ya el 83% de los programas de su agencia de ayuda internacional (USAID), equivalente a unos 5.200 contratos. Según ha anunciado este lunes el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, se ha realizado un balance de las varias políticas de recortes impuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La revisión iniciada hace seis semanas permitirá ahorrar «decenas de miles de millones de dólares» en iniciativas «que no han servido» y que «en algunos casos han incluso perjudicado» los intereses nacionales de Estados Unidos, ha explicado Rubio en su cuenta de la red social X. Sin embargo, la Administración Trump se compromete a mantener únicamente el 18% de los programas, «aproximadamente mil» contratos.
Según Rubio, «ahora serán administrados de manera más efectiva por el Departamento de Estado». En este sentido, el jefe de la diplomacia norteamericana ha agradecido de manera explícita la labor del Departamento de Eficiencia Gubernamental, donde se integra el magnate Elon Musk, por las «largas horas» dedicadas a acometer esta «esperada e histórica reforma».
La ambición de Trump por reducir al mínimo el papel de la USAID se ha topado con una batería de recursos a cuenta principalmente de los pagos ya comprometidos, así como con el rechazo de organizaciones humanitarias que temen que si Estados Unidos cierra el grifo de fondos se vean obligados a recortar programas básicos.