La Administración de Estados Unidos ha señalado que cuenta con indicios de que el régimen de Irán podría estar preparando un «ataque inminente» con misiles balísticos contra Israel, todo ello después del repunte de los ataques aéreos israelíes contra objetivos de Hezbolá en Líbano.
Un alto funcionario de la Casa Blanca ha aseverado que Estados Unidos apoya «activamente los preparativos» para garantizar la defensa de Israel contra este posible ataque, el cual ha destacado que acarrearía «graves consecuencias para Irán».
Más tarde, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, ha confirmado que Estados Unidos les ha alertado de un posible ataque iraní, aunque ha destacado que «por el momento» no se ha identificado ninguna amenaza y ha aseverado que el país está preparado para hacer frente a este tipo de incidentes.
«Hemos lidiado con este tipo de amenaza en el pasado y lidiaremos con ella ahora también», ha manifestado Hagari durante una declaración publicada en vídeo por las FDI, en la que además hace un llamamiento a la ciudadanía a hacer caso a las instrucciones dictadas por las autoridades pertinentes «como ha hecho durante toda la guerra».
Así las cosas, ha insistido en que el Ejército de Israel está siempre «preparado para defender y atacar», a la par que ha destacado que tienen «planes y capacidad» para responder a Irán ante una posible ofensiva y que ha señalado que Estados Unidos y el resto de socios están preparados para apoyar la defensa israelí, como ya ocurrió con la ofensiva lanzada por Teherán en abril.
Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, se ha reunido ya con el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, para evaluar la situación. Mientras tanto, la Embajada de Estados Unidos en Israel ha instado al personal diplomático y sus familias que «se resguarden en sus hogares hasta nuevo aviso».
Irán lanzó ya una andanada de misiles contra Israel a mediados de abril como respuesta al ataque perpetrado por el Ejército israelí contra el consulado iraní en la capital de Siria, Damasco.
El régimen iraní respalda no sólo a los terroristas de Hamás y a Hezbolá, sino también a otros grupos islamistas de la región, como los hutíes de Yemen o las milicias en Irak.