La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, ha señalado que perseguirán las conocidas como «ciudades santuario» —aquellas que restringen su cooperación con Washington para hacer cumplir la ley de inmigración—.
Bondi ha adelantado que no habrá que esperar ni a fin de año para acabar con estos espacios. «Se acabaron las ‘ciudades santuario'», ha dicho en declaraciones para la cadena Fox, desde donde ha advertido de que perseguirán y procesarán a todas aquellas autoridades que no cooperen con la Administración de Trump.
«Una ciudad santuario significa que esconden delincuentes. Esconde inmigrantes indocumentados», ha aseverado la fiscal, que también ha prometido mano firme con las principales promesas de seguridad lanzadas por Donald Trump durante la campaña.
«La misión del presidente Trump fue muy clara. Hacer que Estados Unidos vuelve a ser seguro. Eso es lo que vamos a hacer», ha dicho, prometiendo volver a luchar contra «la delincuencia común» o la presencia de los «cárteles» para hacer más seguras las fronteras, así como procesar «a lo peor de lo peor».
Bondi también ha prometido actuar contra aquellos que hayan utilizado al Gobierno de Estados Unidos como un arma. «Esa instrumentalización tiene que parar», ha enfatizado.