Un terremoto bursátil ha sacudido la industria farmacéutica tras el nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como nuevo secretario de Salud de Estados Unidos. Conocido por sus posturas controversiales sobre las vacunas y su aplicación, la designación del político ha generado una reacción inmediata en los mercados financieros, afectando tanto a Wall Street como a las principales bolsas europeas.
En Europa, el impacto fue especialmente notorio en el sector sanitario. El índice sectorial de salud registró un descenso del 2% al inicio de la sesión del jueves, convirtiéndose en el de peor desempeño en el mercado. Este retroceso superó ampliamente la caída general del Stoxx 600, que se situó en un 0,8%.
Entre las principales farmacéuticas europeas, Sanofi (-3,36%), GlaxoSmithKline (-3,79%) y Lonza (-3,15%) sufrieron las mayores pérdidas. Novartis, Roche, AstraZeneca y Bayer también experimentaron retrocesos significativos, con caídas que oscilaron entre el 1% y el 2,5%.
En España, las empresas farmacéuticas no escaparon a esta tendencia negativa. Rovi (-4,16%) lideró las caídas dentro del Ibex 35, seguida por Grifols (-1,77%). En el mercado continuo, Pharma Mar (-1,2%) y Almirall (-1%) también cerraron en rojo.
El origen de estas caídas estuvo en Wall Street, donde la designación de Kennedy Jr. fue anunciada por el presidente electo Donald Trump antes del cierre de la sesión bursátil. La respuesta de los inversores fue inmediata: Moderna perdió un 5,62%, mientras que Novavax se desplomó un 7,02%. Otras compañías como Pfizer (-2,62%) y GSK (-2,9%) también sufrieron descensos notables.
El efecto contagio entre los mercados evidencia la preocupación de los inversores sobre el impacto que las políticas del nuevo secretario podrían tener en la regulación sanitaria y el futuro de las grandes farmacéuticas, en un momento crucial para la industria global.