El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado un decreto para desmantelar el Departamento de Educación, una medida que necesitará el visto bueno del Congreso estadounidense, y que busca devolver las competencias educativas a los estados federales. «Cuando el presidente Carter creó el Departamento de Educación en 1979, los miembros de su propio gabinete se opusieron», ha rememorado, agregando que Estados Unidos «gasta mucho más dinero en educación que cualquier otro país» y, pese a ello, no obtiene resultados satisfactorios.
Asimismo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha indicadoen una rueda de prensa que el Departamento de Educación seguirá gestionando préstamos estudiantiles, becas o ayudas, y que el objetivo de la medida es «reducir» el grueso de sus funciones. «No necesitamos gastar más de tres billones a lo largo de varias décadas en un departamento que claramente ha fracasado en su intención inicial de educar a nuestros estudiantes», ha dicho en alusión a la medida.
Tras la firma de la orden ejecutiva, los líderes conservadores se han expresado en las redes sociales para felicitar a la Casa Blanca. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, ha señalado que «la educación es mejor administrada por los padres y maestros y aquellos más cercanos a los estudiantes, no por burócratas en Washington». Asimismo, el candidato a gobernador de Florida, Byron Donalds, ha afirmado que «nos aseguraremos de que nuestros hijos no sólo están en el nivel de grado, pero que son excelentes».