Varios jueces de estados clave en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo 5 de noviembre, como Michigan, Pensilvania y Carolina del Norte, están revisando varias demandas de fraude impulsadas por el Partido Republicano. Las denuncias sostienen que miles de papeletas emitidas por ciudadanos en el extranjero están siendo aceptadas de manera indebida por los funcionarios electorales, lo que, según los republicanos, puede abrir la puerta a posibles fraudes.
La Ley Federal de Voto Ausente de Ciudadanos Uniformados y en el Extranjero (UOCAVA) asegura el derecho a votar desde el extranjero a militares, sus familias y estadounidenses que viven fuera del país. En algunos estados, afirman los republicanos, se están extendiendo estos derechos a personas que no cumplen con los requisitos estipulados por la ley. Según las demandas, en estados como Michigan y Carolina del Norte se está permitiendo votar a ciudadanos extranjeros que nunca han residido en esos estados y que no están registrados en ninguna otra jurisdicción.
A pesar de las acusaciones, las autoridades electorales de estos estados mantienen que están actuando conforme a la ley. Denuncian que los republicanos están intentando sembrar dudas sobre la legitimidad de los resultados electorales antes de que las elecciones se lleven a cabo. En 2020, aproximadamente 890.000 estadounidenses participaron en el proceso electoral desde el extranjero.
Los republicanos sostienen que el problema reside en la mala interpretación de las leyes electorales, lo que permitiría la inclusión de votantes que no deberían estar protegidos por el UOCAVA. Este grupo de votantes, que incluye a militares y ciudadanos estadounidenses en el extranjero, puede ser determinante en estados en disputa durante las elecciones presidenciales.