Que los juicios contra Donald Trump, incluida su reciente condena, son una transparente instrumentalización de la justicia para evitar que el neoyorquino salga elegido en las próximas presidenciales es algo que sabe todo el mundo, incluidos los que aplauden el sistema. Pero los demócratas olvidan que a este juego podemos jugar todos.
Es lo que viene a demostrar el estado de Misuri, cuyo fiscal general, Andrew Baily, ha anunciado una demanda contra el estado de Nueva York por lo que considera «un ataque directo a nuestro proceso democrático a través de una ley inconstitucional contra el presidente Trump». «Tenemos que luchar contra un fiscal deshonesto que está tratando de neutralizar a un candidato presidencial», manifestó Baily desde su cuenta oficial en la red social X, antes Twitter, en la que agregó «permanezcan atentos».
Baily no ha dio más detalles, pero ya el mes pasado acusó al Departamento de Justicia de Joe Biden de connivencia con los fiscales en varios casos contra Donald Trump.
«Las investigaciones y los procesamientos posteriores contra el expresidente Donald Trump parecen haberse llevado a cabo en coordinación con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos», publicó Baily en un largo hilo en X. «Esto lo demuestra el traslado del tercer miembro de mayor rango del Departamento de Justicia, Matthew Colangelo, a la Fiscalía del Distrito de Manhattan para procesar al presidente Trump en diciembre de 2022″, agrega.
Añade Baily que el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, trabajó mano a mano con la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en el litigio civil contra Trump.
