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la candidata Nikki Haley quiere concentrar a todo el voto anti-Trump

New Hampshire: ¿el último desafío de Trump?

El expresidente estadounidense Donald Trump. Europa Press

La amplia victoria de Donald Trump en el caucus de Iowa, ganando por más de 30 puntos de diferencia frente al gobernador Ron DeSantis —que contaba con el apoyo de la gobernadora del Estado— ha hecho que muchos vean la victoria de Trump en las primarias como algo seguro. Parece que su tercera candidatura a la presidencia por el Partido Republicano llegará pronto. Sin embargo, aún queda un reto al que Trump debe enfrentarse para asegurar su victoria en las primarias: New Hampshire. 

Pese a quedar tercera en Iowa, Nikki Haley se ha convertido en el último desafío realista a la candidatura de Trump. Haley se ha centrado desde hace semanas en New Hampshire —donde cuenta con el apoyo del gobernador del Estado, el republicano centrista Chris Sununu— y algunos apuntan a que podría dar la sorpresa. Su objetivo, de hecho, consiste en quedar primera en New Hampshire y utilizar la victoria como trampolín. El Estado tiene su historia dado que en 2016 Hillary Clinton ganó por un margen muy pequeño y en las próximas elecciones podría estar de nuevo en el limbo, entre un candidato republicano y un Biden muy debilitado. Por eso Haley quiere concentrar a todo el voto anti-Trump.

De origen indio, Haley se presenta como una candidata moderada y representa de alguna forma el enésimo intento de volver a los valores neoconservadores de la era Bush. Centrada sobre todo en su experiencia en el mundo de las relaciones internacionales —fue embajadora ante la ONU— y en la industria militar, Haley ha querido venderse a sí misma como un halcón de la política exterior que luchará por preservar la hegemonía americana contra Rusia y China. Precisamente la republicana se ha mostrado muy crítica con la «tibieza» que está demostrando Trump en cuanto a la guerra ruso-ucraniana. En cambio a ella se le acusa de ser muy débil en temas morales. Muchos aseguran que no es una conservadora auténtica.

Las encuestas, bastante precisas en Iowa, indican que Trump seguramente gane la votación de New Hampshire, mostrando cifras que oscilan entre un 45% y poco más del 50% de los votos. Sin embargo, desde que el gobernador Sununu apoyó a Haley, la rival de Trump ha subido meteóricamente su apoyo ha llegado a rondar el 40% en las encuestas. Todas ellas, claro, elaboradas antes de la retirada del gobernador DeSantis. Así, la diferencia entre Trump y Haley se ha ido estrechando y no se puede descartar la posibilidad de que voten muchos ciudadanos independientes y demócratas: su apoyo podría llevar a Haley a derrotar a Trump en New Hampshire, en un plebiscito entre la republicana y el expresidente tras la retirada de DeSantis.

¿Qué pasará si Trump gana en New Hampshire?

Una victoria de Trump en estas primarias sería un evento de coronación, en especial si finalmente logra más del 50% de los apoyos. Una vez superadas las primarias de New Hampshire, ya no quedaría ningún estado antes del «supermartes» para que algún candidato alternativo pudiera ganar a Trump. Será precisamente el 5 de Marzo cuando se celebran las primarias de muchos estados al mismo tiempo.

Con la victoria definitiva de Trump, su rival probablemente no dejaría de pelear las primarias, pero sí lo harían sus donantes. Sin apoyo, Haley dejaría vía libre a Trump, que sería desde enero el candidato de facto, un hecho sin precedentes. Como comparación, en las primarias republicanas de 2016 Trump no fue el candidato definitivo hasta principios de mayo. Y aunque existe la posibilidad de que Haley sea candidata a vicepresidente si logra un acuerdo con Trump, ambos han descartado este escenario.

¿Qué pasará si gana Nikki Haley?

El objetivo de Haley es generar un efecto de impulso en los siguientes estados gracias a una victoria en New Hampshire. Con la victoria en las primarias de este 23 de enero podría llegar a un supermartes con fuerzas como para disputar la candidatura a Trump. Sin embargo, es muy improbable que esto suceda puesto que el calendario favorece a Trump: las próximas primarias serán en aquellos estados donde el expresidente parte con una gran ventaja, incluyendo Carolina del Sur, el talón de Aquiles de Haley.

Pese a que Nikki Haley es natural de Carolina del Sur y fue gobernadora del estado entre 2011 y 2017, su perfil centrista no es el adecuado para ganar un estado mayoritariamente conservador y donde la amplia mayoría del aparato del Estado ha apoyado a Trump. Y aunque queda mucho para Carolina del Sur y quizás Haley pueda lograr un impulso mayor del esperado, lo cierto es que los números actuales en las encuestas son muy negativos para ella. Y perder en su propio Estado una semana antes del supermartes sería una humillación tremenda que acabaría con su candidatura.

En resumen, es prácticamente seguro que Donald Trump acabará siendo el candidato republicano en 2024, incluso si pierde New Hampshire. La votación de este martes decidirá entre coronar a Trump o mantener vivo un enfrentamiento que ya se ha reducido a dos candidatos. Lo más probable, en cualquier caso, es que el expresidente triunfe en New Hampshire. Queda por ver el margen de Trump. Superada la barrera del 50%, Trump reforzaría su candidatura en un estado que con total seguridad estará en juego durante las presidenciales.

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