El enfrentamiento social en Estados Unidos no lo trajo Donald Trump. Es otra de las muchas mentiras difundidas desde 2016. Empezó en los años de Barack y Michelle Obama, cuando convirtieron la raza en uno de los asuntos principales de su presidencia.
Entre 2009 y 2017, todos los acontecimientos y sucesos se miraban con los anteojos raciales; también se puso en circulación el concepto del «privilegio blanco», que los activistas progres espetaban a parados de Ohio o incluso a hispanos de Texas que se negaban a que sus hijos fueran adoctrinados en la culpabilidad eterna de Estados Unidos por la esclavitud. Trump surgió de ese maremoto de indignación. Y él y sus seguidores sufren los insultos de la clase moralmente superior desde el inicio de la campaña electoral de 2016 hasta ahora.
Así, Hillary Clinton afirmó en una cita célebre que la mitad de los votantes republicanos se reunían en una «cesta de deplorables«. Incluso ahora sigue con el mismo discurso para tratar de explicar su derrota. ¿Por qué Trump mantiene tantos partidarios? «Porque son personas repugnantes a las que ‘quizás’ no les gustan los negros, los gays o las mujeres que tienen ascensos laborales».
Hillary Clinton goes on unhinged rant about MAGA on CNN:
— Benny Johnson (@bennyjohnson) October 6, 2023
“Maybe they don’t like migrants? Maybe they don’t like gay people? Or black people? Or the woman who got the promotion at work they didn’t get?!"pic.twitter.com/fR6DsJ6di8
Hollywood se ha convertido en uno de los bastiones del progresismo y del Partido Demócrata. La industria del cine no sólo es uno de los divulgadores del izquierdismo y el wokismo en todo el mundo, sino, además, uno de los financiadores principales de los demócratas. La actriz Meryl Streep participó en la campaña de Clinton caracterizada como Trump. ¿Se habría atrevido a pintarse la cara de negro para imitar a Obama? Por supuesto que no.
Meryl Streep se mofa de Donald Trump durante la gala del Public Theater https://t.co/HSjE8NDj4e pic.twitter.com/9csclBvF6u
— Fotogramas – Cine (@fotogramas_es) June 7, 2016
El número de octubre de 2016 de la revista Letras Libres presentó a Trump como un nuevo Hitler. A su director, Enrique Krauze, la fundación FAES le había premiado en 2014 por “su firme defensa de la libertad”. La libertad, como el progreso, es monopolio de las clases superiores.
La sexagenaria cantante Madonna, que prometió felaciones a quienes votaran por Hillary Clinton, en enero de 2017, con el matrimonio Trump recién instalado en la Casa Blanca, declaró «he pensado mucho en volar la Casa Blanca«. Los explosivos empoderan que da gusto.
En mayo de 2017, la tertuliana Katthy Griffin se hizo fotografiar sosteniendo una cabeza ensangrentada de Trump. Fue despedida de la CNN. No se ha arrepentido de su gesto repugnante y dijo que sólo se estaba burlando del «payaso en jefe».
La Internacional Progre no conoce fronteras. Las ideas, las imágenes, los eslóganes y las consignas circulan entre todos sus miembros y llegaron a esa provincia sumisa que es España. Forges presentó este juicio de la presidencia de Trump en febrero de 2017: un individuo que llevaría al mundo a una guerra mundial. El humorista falleció en 2018, por lo que no ha podido comprobar lo erróneo de su pronóstico. Da igual. Nunca se habría disculpado.
Trump, Donald Trump @forges pic.twitter.com/7uEGGBkP7s
— Miguel A. Rodríguez (@Marodriguez1971) February 10, 2017
Otro ejemplo. El socialista Javier Solana, que fue ministro español en el Gobierno que montó el escuadrón de la muerte conocido como los GAL y que en 1999, como secretario general de la OTAN, ordenó bombardeos aéreos sobre Yugoslavia que causaron cientos de muertos, reprochó a Trump que, como presidente, ordenase la ejecución de seis penas de muerte dictadas por tribunales federales.
La maldad: Trump,ejecutará seis penas de muerte federales pendientes. Desde 1890 ningún Presidente ejecutaba la pena capital durante la transición de poderes y desde hace 17 años ningún Presidente había realizado ejecuciones federales de penas de muerte. @el_pais
— Javier Solana (@javiersolana) December 12, 2020
En agosto de 2017, la exquisita revista New Yorker acusó a Trump de alentar el racismo. El Ku Klux Klan, cuya capucha característica aparece en esta portada, lo fundaron demócratas sudistas derrotados después de la guerra civil. Los republicanos, por el contrario, libraron una guerra para conservar la unidad del país y abolir la esclavitud.
La expresidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, con la que convivió Trump, anunció en 2019 una investigación al republicano por traicionar su juramento y la seguridad nacional y por adulterar las elecciones. No pasó nada, pero los creadores de bulos son siempre los otros.
Speaker Nancy Pelosi announces formal impeachment inquiry, citing "the president’s betrayal of the oath of office, betrayal of our national security, and betrayal of the integrity of our elections.” https://t.co/a0S3QzQui7 pic.twitter.com/chGMwPEEpZ
— ABC News (@ABC) September 25, 2019
Cuando los demócratas y sus jefes recuperaron, por las buenas o por las malas, la Casa Blanca, demostraron que no son partidarios de hacer prisioneros ni de firmar treguas. La diputada por Nueva York Alexandra Ocasio-Cortez pidió a sus seguidores que recopilasen los mensajes de los trumpistas en redes sociales para luego usarlos como pruebas infamantes en el futuro. O quizás se lo pedía al FBI, que tenía agentes ejerciendo de censores en Twitter.
Is anyone archiving these Trump sycophants for when they try to downplay or deny their complicity in the future? I foresee decent probability of many deleted Tweets, writings, photos in the future
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) November 6, 2020
Gracias a Elon Musk, el Twitter que cerró la cuenta del New York Post por publicar en octubre de 2020 información del portátil de Hunter Biden y que prohibió la cuenta de Trump durante los incidentes en el Capitolio, ya es libre, aunque en Europa Bruselas trata de someterlo. Es que la libertad acaba en libertinaje… o en Moscú.
La llegada de Joe Biden a la presidencia y los distintos juicios a que ha tenido que enfrentarse Trump no calmaron a las tropas de choque de la izquierda, sobre todo a medida que se comprobaba la senilidad de Biden y aparecían sus meteduras de pata (el abandono de Afganistán, la inmigración de millones de extranjeros, los escándalos sobre la vacunación del Covid, la guerra de Ucrania…).
Un jugador de la NBA declaró que le gustaría aporrear en la cara a los negros que llevasen camisetas de Trump. A falta de argumentos, puñetazos. Pero los matones son los trumpistas.
Very persuasive. https://t.co/akNiCmFzpY
— Breitbart News (@BreitbartNews) March 6, 2024
El actor Robert de Niro, oponente de Trump desde el principio, dijo las mismas palabras en mayo, cuando el año electoral se torcía para los demócratas. Y llamó a votar a Biden.
Robert De Niro says "we don't have a choice" but to vote for Biden and tells Biden to "go at him hard" and "punch [Trump] in the face" because he's a "stupid bully" pic.twitter.com/S9vTHTqB6J
— Julia 🇺🇸 (@Jules31415) May 3, 2024
Su argumento principal es que Trump de nuevo en el gobierno sería «peor que Hitler». Pues para evitar un Hitler, mejor eliminarlo antes de que invada Polonia, ¿no? Es un bien para la humanidad.
Robert De Niro warns on 'The View' that Trump could return to power like Hitler or Mussolini https://t.co/OK6Q7aCULh
— Fox News (@FoxNews) May 14, 2024
Parte de los propietarios del Partido Demócrata quieren que Biden se retire para no estropear su inversión, pero otros creen que cambiar de caballo, o de jamelgo, a esta altura de la carrera será más perjudicial que beneficioso. Por eso, uno de los accionistas de los demócratas, Alexander Soros, pidió la pasada semana unir filas contra «la amenaza existencial que es Donald Trump».
Let’s stop running against ourselves and run against the existential threat that is Donald Trump!
— Alex Soros (@AlexanderSoros) July 11, 2024
Biden-Harris 2024! @BidenHQ @JoeBiden @KamalaHarris
La actriz Scarlett Johansson, más desinhibida, ha llamado a Trump «psicópata» y ha revelado que está «aterrorizada» por una victoria de Trump en noviembre. Un asesino ha estado a punto de quitarle el pánico.
Scarlett Johansson: “Trump es un psicópata. Estoy aterrorizada ante lo que pueda pasar en noviembre” https://t.co/bH99OjIpX9
— EL PAÍS (@el_pais) July 13, 2024
Como candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden se presentó como el unificador y el pacificador del país. En agosto de 2020 se preguntó en Twitter si alguien creía que habría menos violencia en Estados Unidos si Trump era reelegido.
Does anyone believe there will be less violence in America if Donald Trump is reelected?
— Joe Biden (@JoeBiden) August 31, 2020
A los cuatro años de este mensaje, la respuesta es que Biden ha escindido el país aún más. Él mismo ha contribuido a ello. Ya como jefe de Estado, en 2022 calificó a Trump y a sus partidarios de «amenaza nacional».
"There's no question that the Republican Party today is dominated, driven, and intimidated by Donald Trump and the MAGA Republicans," President Biden says.
— NBC News (@NBCNews) September 2, 2022
"And that is a threat to this country." pic.twitter.com/G3sc2PIFfB
El sectarismo y los negocios de los demócratas y sus aliados de la gran finanza, la industria militar y Hollywood les llevan a votar a un candidato decrépito, como ellos mismos reconocen. Eso sí, hasta el debate a finales de junio entre Biden y Trump nadie en ninguna tertulia de las televisiones como CNN, ABC y CNBC y MSNBC, reconocía la chochez del presidente. Quien lo dijese en redes sociales o blogs pasaba a ser un engranaje de la «máquina del fango» puesta en marcha por los republicanos.
Después del atentado frustrado contra Trump, los zurdos no han podido aguantarse su odio. Quien se les opone o les estropea el negocio merece morir.
El antiguo humorista Guillermo Fesser, residente en Estados Unidos, convierte en kétchup la sangre de la herida de Trump. Se olvida de que ya hay una persona inocente muerte, pero como para él debe de ser un «deplorable», quizás es que se lo merecía.
… o esta otra. pic.twitter.com/RZE4ktvaIb
— GUILLERMO FESSER (@guillermofesser) July 14, 2024
Pedro Vallín, columnista de La Vanguardia, es todavía más canalla, pues da a entender que lamenta que el tirador fallase.
Jamás haré un tuit mejor. https://t.co/WROUmIuIHW
— Pedro Vallín (@pvallin) July 13, 2024
Si alguien se pregunta cómo fue posible el odio que condujo a la guerra civil española, aquí tiene dos ejemplos. Estos son los que pretenden darnos lecciones de decencia o de empatía, incluso de amor cristiano. Hemos de estar agradecidos a Trump por haberles arrancado a la prensa, a las estrellas de Hollywood y a los profesores universitarios su máscara de respetabilidad. Ahora los vemos como lo que son: jenízaros desalmados al servicio de sus sultanes.