La Administración Trump ha lanzado una oferta sin precedentes para reducir el gasto público, proponiendo una generosa compensación de ocho meses de salario y beneficios a los empleados federales que opten por renunciar voluntariamente. Con esta medida, el Gobierno espera que entre un 5% y un 10% de la plantilla federal acepte la oferta, lo que podría traducirse en un ahorro de hasta 100.000 millones de dólares.
Según informó Axios, primer medio en divulgar la noticia, el Gobierno enviará un memorándum a los empleados federales ofreciendo la compensación a aquellos que presenten su renuncia antes del 6 de febrero y se comprometan a no regresar a sus oficinas hasta el 30 de septiembre. El mensaje, que llegará a los buzones de todos los trabajadores federales, incluirá un borrador de carta de dimisión para facilitar el proceso. Los empleados sólo tendrán que responder al correo con la palabra «renunciar» si desean aceptar la oferta.
La medida excluye a sectores clave como el personal militar, los empleados del Servicio Postal y los agentes de inmigración o Seguridad Nacional, quienes no podrán acogerse a la compensación. Sin embargo, afecta a una enorme cantidad de funcionarios que han estado trabajando en modalidad remota desde la pandemia. Un alto cargo de la Administración explicó a Axios que la decisión responde a la necesidad de recuperar la presencialidad en las oficinas gubernamentales, dado que solo el 6% de los empleados federales trabaja a tiempo completo en sus despachos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, justificó la decisión argumentando que los contribuyentes merecen una administración eficiente y presencial. «Los ciudadanos financian los salarios de los empleados federales y los edificios en los que trabajan. Si alguien no está dispuesto a presentarse a la oficina y contribuir a hacer América grande de nuevo, tiene la libertad de buscar otro empleo, y para ello se les ofrece una compensación excepcionalmente generosa», declaró.
El enfoque adoptado por Trump recuerda a la estrategia implementada por Elon Musk en Twitter (ahora X) tras la compra de la compañía. En aquella ocasión, el empresario envió un ultimátum a los empleados para que decidieran entre aceptar nuevas condiciones laborales o abandonar la empresa. Curiosamente, el memorándum del Gobierno federal lleva como asunto «A fork in the road» («Un dilema»), la misma frase utilizada por Musk en varias publicaciones en su red social. De hecho, el magnate reaccionó a la noticia compartiéndola en X con ese mismo mensaje, aunque no está claro si participó en la elaboración de la propuesta.
El correo electrónico también deja abierta la opción para quienes deseen permanecer en sus puestos. Aunque el mensaje agradece a los empleados su compromiso con la Administración, también advierte que no se puede garantizar la estabilidad de sus cargos en el futuro. «Si decide continuar en su puesto actual, apreciamos su renovado enfoque en servir al pueblo estadounidense. Sin embargo, en este momento, no podemos garantizar la seguridad de su posición o agencia. En caso de que su puesto sea eliminado, será tratado con dignidad y conforme a la normativa vigente», dice el comunicado.
Este plan de recorte de personal llega poco después de que Trump firmara una orden ejecutiva eliminando los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en el Gobierno federal. La combinación de ambas medidas confirma la intención del presidente de reestructurar la burocracia estatal y redefinir las prioridades de la Administración.