El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva con la que lanza un plan para reconstruir y recuperar la capital del país, sumida desde hace años en el abandono, el crimen y el caos progresista. «Nos haremos cargo de nuestro horriblemente dirigido Washington, y limpiaremos, renovaremos y reconstruiremos nuestra capital para que deje de ser una pesadilla de asesinatos y crimen», ha declarado Trump en un mensaje desde la Casa Blanca.
El nuevo equipo de trabajo, ya en marcha, estará formado por representantes de los departamentos de Interior, Transporte y Seguridad Nacional, junto con agencias clave como el FBI, el Servicio de Alguaciles y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. Su misión: restaurar el orden, hacer cumplir la ley y devolverle a la capital el esplendor que merece.
Mano dura contra el crimen y la inmigración ilegal
La orden ejecutiva firmada por el presidente deja claro que la seguridad ciudadana es una prioridad absoluta. El texto establece la necesidad de asegurar una «participación federal efectiva» en la aplicación de las leyes de inmigración, controlar el estatus de ciudad santuario y acelerar las deportaciones necesarias. Washington no seguirá siendo un refugio para ilegales, sino una ciudad de ley y orden al servicio de los estadounidenses.
Además, se impulsarán medidas para agilizar y abaratar las licencias de porte oculto, reconociendo el derecho legítimo de los ciudadanos a defenderse. El documento también exige una revisión urgente de las políticas de detención preventiva, para que individuos peligrosos no vuelvan a las calles mientras esperan juicio.
Embellecimiento y orgullo nacional
Pero el plan de Trump no se limita a la seguridad. La capital del país será también un símbolo de identidad y orgullo. En palabras del documento oficial, el objetivo es hacer de Washington «una ciudad segura, bella y próspera», preservando los monumentos históricos, embelleciendo los espacios públicos y protegiendo el legado estadounidense.
«Washington es la única ciudad que pertenece a todos los estadounidenses», recuerda la orden. «Debe mostrar espacios públicos hermosos, limpios y seguros», un mensaje claro frente a la dejadez de años anteriores, marcada por el vandalismo, la inseguridad y la tolerancia con los enemigos de la nación.