Un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Harvard y la Oficina del Censo de los EE. UU. ha analizado cómo la segregación racial y de clase impacta en los patrones matrimoniales en los Estados Unidos. Los resultados indican que, a pesar de existir más contacto que nunca entre diferentes grupos étnicos, los blancos tienden a no casarse fuera de su grupo racial, mientras que la exposición entre grupos de distinta clase social sí que genera matrimonios con situaciones antagónicas a nivel económico.
El informe, titulado ¿Quién se casa con quién? El papel de la segregación por raza y clase, examina los factores detrás de los matrimonios interraciales e interclase en el país. Según los investigadores, los estadounidenses rara vez eligen parejas fuera de su grupo racial o clase social, y esto podría deberse a dos motivos: la falta de exposición a otros grupos o una preferencia por casarse dentro del propio.
Para investigar estas posibilidades, los autores desarrollaron un modelo que utiliza datos de vecindarios y la variación en las proporciones de sexos entre cohortes de nacimiento. Los hallazgos muestran que un mayor contacto con personas del sexo opuesto de diferentes clases económicas aumenta considerablemente los matrimonios interclase, especialmente entre quienes pertenecen a los extremos de la escala de ingresos —los más pobres y los más ricos—. Sin embargo, este incremento no se da en el caso de matrimonios interraciales, donde la exposición a diferentes grupos étnicos no genera un cambio significativo.
El estudio también utilizó un modelo espacial del mercado matrimonial para evaluar el impacto de reducir la segregación residencial en las tasas de matrimonios interclase e interraciales. Los resultados revelan que, aunque una menor segregación residencial tiene un efecto positivo en los matrimonios entre clases sociales, no se observan cambios relevantes en los matrimonios entre blancos y negros.
Este informe sugiere que la resistencia de los blancos a mezclarse racialmente no responde a una falta de interacción con otros grupos, sino a una preferencia cultural o social por mantener relaciones dentro de su propio grupo racial. Por otro lado, la segregación por clase demuestra ser un factor clave en las desigualdades matrimoniales.
Los autores advierten que sus conclusiones no representan una postura oficial de la Oficina del Censo de los EE. UU., pero ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo las dinámicas de segregación afectan las relaciones interpersonales y la estructura social en el país.