En Reino Unido, el movimiento transgénero está perdiendo el control del discurso y su base de apoyo político se está reduciendo rápidamente: incluso el Partido Laborista apoya la prohibición de los bloqueadores de la pubertad. Como también está ocurriendo en otros países de Europa, cientos de médicos están denunciando los efectos secundarios de este tipo de tratamientos de menores. Sin embargo, Estados Unidos continúa siendo el paraíso en la tierra para quienes defienden la teoría de afirmación para niños. Y quienes se opongan al discurso impuesto se enfrentan a represalias.
Vanessa Sivadge, exenfermera del Texas Children’s Hospital, ha sido despedida tras denunciar de manera pública la existencia de un programa secreto de atención transgénero para menores en la institución. Sivadge reveló que el hospital, el más grande de Estados Unidos en atención infantil, continuaba administrando tratamientos hormonales a niños a pesar de haber declarado públicamente el cierre del programa. Esta denuncia, junto con la de otro trabajador, el Dr. Eithan Haim, ha desatado represalias, investigaciones federales y amenazas a ambos profesionales.
Sivadge, que comenzó a trabajar en el hospital en 2018, ha explicado ahora en una entrevista en The European Conservative cómo descubrió la situación en 2021 cuando aceptó el puesto en el departamento del centro que atendía a pacientes transgénero. «Fui testigo de cómo niños confundidos llegaban con sus padres para ver al médico y salían con una receta para hormonas transgénero«, ha relatado. «Vi cómo médicos iniciaban a los niños en un camino de esterilización y daño irreversible. Me rompió el corazón ver que muchas adolescentes también luchaban contra la depresión, intentos de suicidio, y en algunos casos, autismo», ha detallado.
I was fired for blowing the whistle on taxpayer dollars being used to cover cross sex hormones at the largest children’s hospital in the world. My family has taken a hit for speaking out and while I have no regrets, any help would be appreciated: pic.twitter.com/9pIcsCGZUC
— Vanessa Sivadge (@V_Sivadge) August 19, 2024
A mediados de 2023, Sivadge decidió actuar como denunciante anónima y confirmar lo que se había reportado previamente: el Texas Children’s Hospital seguía proporcionando tratamientos de afirmación de género en secreto. Poco después, el FBI apareció en su puerta para interrogarla sobre su implicación en la filtración de información. «Dos agentes del FBI me interrumpieron mientras cenaba con amigos. Dijeron que era una persona de interés en una investigación sobre la violación de la HIPAA, algo que sabía que era falso», explicó.
La enfermera decidió denunciar el uso de fondos públicos a través de Medicaid para financiar estos tratamientos, lo que fue, según ella, el catalizador de su despido en agosto de 2024. Sivadge considera que su despido fue una represalia por haber revelado el fraude. «Medicaid prohíbe específicamente cualquier cobertura de hormonas relacionadas con la medicina para personas transgénero, y sin embargo, el hospital ha seguido durante años prescribiendo y utilizando terapias hormonales para pacientes transgénero de Medicaid«, explica.
El Dr. Eithan Haim, que también trabajaba en el hospital y fue el primero en denunciar las prácticas, enfrenta ahora un posible juicio por supuestamente haber manejado mal registros médicos, lo que podría llevarlo a una condena de hasta diez años de prisión. Ambos coinciden en que el hospital ha mentido al público sobre la existencia de este programa.
Sivadge sostiene que tomó la decisión de hablar públicamente sobre lo que estaba ocurriendo en la clínica «para salvar las vidas de niños que estaban siendo engañados y perjudicados». Además, ha expresado su profunda preocupación por el chantaje emocional que sufrían los padres: «Los médicos convencían a los padres de que la atención de afirmación de género salvaría a sus hijos del suicidio. En mi opinión, esa mentira es la forma más horrorosa de manipulación emocional jamás difundida por la medicina moderna».
Ahora, esta enfermera planea llevar su caso a los tribunales y ha solicitado el apoyo del público para cubrir los costos legales. «Estoy muy agradecida por los mensajes de aliento, las oraciones y el apoyo financiero», expresó, pidiendo a la gente que apoye su lucha para que otros denunciantes no pasen por lo mismo.