«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Es una conspiración contra la democracia»

AfD desafía el intento «golpista» de la CDU de aprobar el freno de la deuda eludiendo al nuevo Parlamento

Alice Weidel (AfD). Red social X

El nuevo canciller democristiano Friedrich Merz aún no ha sido investido y ya empieza con mal pie, intentando eludir el control del Parlamento recién formado en su ambicioso plan para flexibilizar el freno de la deuda y aumentar el gasto de Defensa, en pleno proyecto comunitario para mantener viva la guerra en Ucrania y prepararse para una hipotética guerra contra Rusia.

Pero desde el otro lado del «muro de fuego» (Brandmauer), los soberanistas de Alternativa para Alemania no están dispuestos a dejarlo pasar y han anunciado un recurso judicial ante el Tribunal Constitucional contra la decisión del ignorar al Budestag para aprobar un aumento del gasto de un billón de euros.

AfD presentará una denuncia por los planes de endeudamiento a través de un fondo especial anunciados por el probable próximo canciller, Friedrich Merz.

Rompiendo su promesa de no aumentar la deuda de Alemania y cediendo a las demandas del SPD, Merz, que está negociando con los socialdemócratas del SPD para formar una gran coalición, quiere pasar por alto el Parlamento recién elegido (que inaugurará sus sesiones a finales de mes) y usar el Parlamento saliente para impulsar sus propuestas.

Es un evidente fraude a la democracia. Con la nueva composición parlamentaria decidida por los ciudadanos alemanes no tendría la mayoría necesaria de dos tercios. Tanto AfD como el partido de extrema izquierda Die Linke han calificado esta maniobra de ilegítima.

«El antiguo Bundestag, en el mejor de los casos, está legitimado para actuar en situaciones de emergencia, pero no para fijar un rumbo fundamental para el futuro», afirmó el vicepresidente de AfD, Stephan Brandner, quien añadió que lo que están haciendo la CDU y el SPD es «una conspiración contra la democracia» y «recuerda a un golpe de Estado».

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