Alemania, Francia y otros tres Estados miembros han instado este jueves a la Comisión Europea a frenar la llegada de productos engañosos procedentes de China que incumplen la normativa europea de propiedad intelectual, protección de datos, normas de seguridad o estándares medioambientales.
Así lo recoge una propuesta informal a iniciativa de Berlín respaldada por Austria, Dinamarca, Francia y Países Bajos que reclama un enfoque europeo «firme y unificado» para abordar los retos del comercio electrónico relacionados con las importaciones directas de productos de terceros países que violan las normas europeas.
«Cada día llegan cientos de miles de paquetes procedentes principalmente de China con productos que no cumplen las normas europeas y que suponen una amenaza directa a los productores industriales europeos y empresas que cumplen las normas comunitarias», ha criticado el secretario de Estado de Economía y Acción Climática de Alemania, Sven Giegold, que ha presentado la iniciativa al resto de capitales en la reunión de ministros de Industria.
El documento destaca que la Ley de Servicios Digitales ya proporciona todos los instrumentos necesarios para garantizar que los fabricantes y minoristas europeos no se queden rezagados en la competencia mundial y que los consumidores europeos reciban productos seguros. «Es crucial que las autoridades de vigilancia del mercado de los Estados miembro actúen con decisión y cooperen estrechamente con las autoridades aduaneras», agrega la propuesta.
Giegold ha resaltado, además, que lejos de tratarse de una estrategia «agresiva» se trata de «cumplir las reglas» a las que una gran parte de estos productos no se atiene. «Es muy simple: un Mercado Único que se toma a sí mismo en serio tiene que asegurar que los productos que se venden cumplen con las normas que se aprueban», ha agregado.