«Las sociedades paralelas, el islam político y el extremismo no tienen cabida en Austria», declaró en una rueda de prensa en Viena el canciller conservador Sebastian Kurz.
El Gobierno austríaco anunció hoy que cerrará siete mezquitas y expulsará a numerosos imanes que reciben financiación exterior -supuestamente desde Turquía- por difundir ideas extremistas y adoctrinar a menores de edad.
«Las sociedades paralelas, el islam político y el extremismo no tienen cabida en Austria», declaró en una rueda de prensa en Viena el canciller conservador Sebastian Kurz.
La decisión se tomó tras una investigación por la aparición de una imágenes en las que un grupo de niños recreaban con uniformes militares -posando incluso como cadáveres amortajados con banderas turcas- la batalla de Galípoli, desarrollada en suelo turco durante la I Guerra Mundial.
Las imágenes desataron una gran debate público en Austria sobre las ideas y los valores que se impartían en algunas mezquitas de la asociación austro-turca ATIB, que cuenta con imanes cuyos sueldos son sufragados por Turquía.
Sobre las mezquitas que se cerrarán en distintos lugares del país -cuatro en Viena, dos en la región de Alta Austria y una en Carintia- pesa la acusación de difundir ideas ultranacionalistas turcas, unidas a una lectura muy conservadora de los principios islámicos.
ATIB, que cuenta con unos 100.000 miembros, pasa por una asociación muy próxima al islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Las autoridades austríacas han comenzado a investigar a 40 imanes que podrían ser expulsados por violar la ley austríaca que prohíbe recibir fondos desde el exterior.
En 2015 el Parlamento aprobó una ley que prohíbe cualquier financiación extranjera de los predicadores y los lugares de culto musulmanes para limitar la influencia foránea sobre la comunidad islámica austríaca.
«En Austria existe la libertad religiosa», aseguró el vicecanciller austríacos, el ultranacionalista Heinz-Christian Strache.
«Por eso es importante que ese principio no sea utilizado para el adoctrinamiento político», agregó.
El Gobierno austríaco anunció recientemente una iniciativa legal para prohibir el velo islámico para niñas en jardines de infancia y escuelas primarias para evitar su posible discriminación y garantizar la igualdad de oportunidades.
En Austria viven alrededor de medio millón de musulmanes -en su mayoría de origen turco y bosnio-, lo que representa el seis por ciento de la población de un país de mayoría católica.