«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«se está comprometiendo la seguridad»

Detenido un marino británico que denunció cómo se están bajando los estándares de la institución para que entren mujeres

Royal Marines.

Un miembro en servicio de los Royal Marines británicos ha sido perseguido por alertar de que las mujeres están accediendo al cuerpo de élite a través de estándares más bajos de los que se aplican a los hombres. El militar, cuya identidad no ha sido revelada, ha publicado un vídeo en el que denuncia haber sido detenido y tratado «como un terrorista y un criminal» tras expresar su preocupación por el impacto de las políticas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI) en la seguridad del Cuerpo.

Según su testimonio, hasta 1.000 marines apoyaron una carta privada dirigida a los jefes militares, en la que se advertía de que la implementación forzada de criterios DEI estaba dando lugar a una «versión irreconocible, débil y comprometida del Cuerpo«. En la misiva se aseguraba que algunas mujeres estaban obteniendo acreditaciones sin superar realmente las pruebas.

«Creemos que mantenemos los estándares altos por una razón muy importante: evitar que los marinos mueran en situaciones peligrosas cuando vamos a la guerra… Nos preocupa que esos estándares se estén descuidando», declaró también el militar en el vídeo.

Después de comunicar sus preocupaciones por la bajada de los requisitos físicos, ha denunciado que fue trasladado a Londres para ser interrogado durante dos horas por personal del Ministerio de Defensa. Y después, fue detenido bajo la legislación antiterrorista por la Policía de Escocia. «Les pregunto: ‘¿Estoy detenido?’ Y me responden que no, pero que me tienen allí en cumplimiento de la Ley Antiterrorista», ha detallado a The Telegraph. «También les pregunté si había cometido algún acto terrorista y me respondieron que no, que me habían retenido por mis opiniones«, ha asegurado.

Desde el Ministerio de Defensa aseguran que la intervención de la Policía antiterrorista no estaba relacionada con la carta ni con las políticas de diversidad, sino con las «opiniones políticas del comando«. Desde el Gobierno británico insinúan que podría tener vínculos con «políticas de extrema derecha«. Sin embargo, nunca ha sido arrestado ni acusado formalmente, y continúa en servicio.

El comando relató que, tras circular la carta entre sus compañeros, más de 1.000 la firmaron en sólo 24 horas antes de que fuese retirada por la jerarquía militar. Tras ello, se inició una investigación para dar con el responsable. «Dijeron que podría haber sido cosa de bots rusos… Después intentaron culpar a personas reales. A mis compañeros les hicieron sentir que irían a la cárcel si no decían quién era yo«, ha explicado.

Una vez identificado, fue trasladado en avión desde su base militar a la sede del Ministerio de Defensa en Londres. Según su relato, en esa reunión le dejaron claro que el problema no era el contenido de su denuncia, sino haberla hecho pública. «Me dijeron que debería preocuparme por mi carrera. Que debería obedecer por mi bien y el de nuestras familias».

Un portavoz del Ministerio de Defensa ha declarado que los estándares no han cambiado y que se investigará cualquier conducta que pueda «desprestigiar a las Fuerzas Armadas».

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