El aeropuerto de la ciudad alemana de Fráncfort ha tenido que suspender este jueves unos 140 vuelos debido a una protesta violenta en la pista de aterrizaje llevada a cabo por activistas del grupo ecologista Última Generación, que más tarde han sido detenidos.
Un grupo de siete activistas ha accedido de madrugada a las dos pistas centrales del aeropuerto, donde han pegado sus manos al asfalto con el objetivo de detener las operaciones de vuelo. No ha sido hasta pasadas tres horas después, sobre las 8.00 horas, cuando han podido ser desalojados y detenidos por la Policía.
En declaraciones al diario ‘Bild’, el ministro de Transportes, Volker Wissing, ha pedido la imposición de medidas contundentes contra los ecologistas, cuyo objetivo era el de «causar el máximo daño posible». «Las autoridades deben reaccionar con la máxima severidad», ha subrayado. «Ya hemos iniciado el endurecimiento de las penas para este tipo de conductas delictivas», ha agregado Wissing.
Un portavoz de Fraport, empresa operadora del aeropuerto, ha salido al paso de la situación para denunciar las acciones de los activistas al considerar que pusieron en peligro el tráfico aéreo y vidas humanas. «Los autores se enfrentan a penas severas y a elevadas demandas civiles por daños y perjuicios», ha explicado.