No hay forma ya de parodiar a la Policía británica, una fuerza de seguridad incapaz de poner freno a los delitos violentos que se cometen con cada vez mayor frecuencia, pero que detiene a un número alarmante de británicos por el «delito» de publicar en redes sociales mensajes que ofenden a alguna minoría.
Lo último ha sido el arresto durante siete horas de una madre por el «crimen» de retirar las tabletas electrónicas a sus dos hijas con la intención de que se centren en sus deberes escolares.
Vanessa Brown, profesora de Historia de 50 años, pasó siete horas y media en una celda el 26 de marzo de este año, tras ser acusada de haber robado dos iPads que fueron rastreados hasta la casa de su madre en Cobham, Surrey. Los dos dispositivos pertenecían a sus hijas y Brown simplemente se los había confiscado para que se concentraran en el estudio, como ya ha reconocido la policía de Surrey, informa el portal británico LBC.
«Me resulta bastante traumático incluso hablar de esto ahora», recordó Brown. No está exactamente claro quién denunció el robo de los iPads, pero parece haber sido el exmarido de Brown.
La Policía también impidió que la mujer hablara tras la acusación con sus propias hijas, a una de las cuales sacaron del colegio para interrogarla. Neil O’Brien, diputado conservador y responsable de educación en las filas del partido tory comentó sobre el incidente: «Es absurdo. Roban móviles constantemente y la Policía no investiga, aun sabiendo dónde están. Sin embargo, una persona respetuosa de la ley puede acabar en una celda durante horas por quitarles los iPads a sus propios hijos».
Richard Tice, líder adjunto de Reform UK, el partido de Nigel Farage, dijo que «el mundo se ha vuelto loco» y agregó que «la Policía necesita atrapar a verdaderos criminales, no a madres que cuidan a sus hijos».